La escritora española Emilia Pardo Bazán indicó en una ocasión que “es absurdo que un pueblo cifre sus esperanzas de redención y ventura en formas de gobierno que desconoce”.
Cierto esto, porque aparecen muchos políticos vendedores de sueños y aventureros que ni siquiera se conocen ellos mismos, y que no reúnen las capacidades y habilidades para conducir un pueblo por el camino de la prosperidad material y la nobleza de espíritu.