La pelota y la política son las grandes pasiones de los dominicanos, y en esta etapa ambas están a la orden del día, con prisa y sin pausas, una verdadera locura.
El torneo invernal inicia el próximo sábado 12, los playoffs de Grandes Ligas, donde accionarán muchos dominicanos, están en pleno desarrollo, mientras las primarias de los partidos siguen más calientes que las turbinas de Punta Catalina en su fase experimental.
Sencillamente, esta es una semana en que ni siquiera el alza constante del dólar, lo que conlleva una merma en el poder adquisitivo, tiene más atención que esos tres acontecimientos.
¿Cuál equipo de los seis que accionarán en el próximo campeonato se coronará campeón? Como la pelota es redonda y viene en caja cuadrada, es una “pega” vaticinar el ganador.
En las Grandes Ligas ocurre lo mismo, aunque con mayor posibilidad de dar en el clavo, dado que allá los jugadores se mantienen estables en los equipos, a diferencia de nuestro béisbol, donde unos entran y salen, ya sea “motu proprio”, o por la ya “manoseada” y popularizada excusa de la “fatiga extrema”.
Pero en el ámbito político es que la cosa está “dura”, porque las encuestas, todas pagadas por los diferentes candidatos que se han tirado al ruedo, vienen dando resultados tan disímiles, que colocan a las ciencias estadísticas en muy mala posición.
Que si el León, que si el Delfín, que si Luis, que por ahí viene Papá, o que Maritza y Melanio también están en la “batalla” por llevarse el triunfo en sus respectivos partidos. Ante esa situación tan compleja, ¿a quién creerle?