Joan Vargas 
SANTO DOMINGO.-La Dirección General de la Policía ha guardado un silencio sepulcral ante la creciente ola de reclamos por aumento salarial y mejores condiciones laborales que hacen parte de sus miembros.
Ni el director general, ni su vocero han dicho nada al respecto, a pesar de que en las últimas semanas varios agentes de la Policía «se han armado de valor» para denunciar los sueldos de miseria que reciben a través de las redes sociales. Algunos incluso han denunciado los abusos y arbitrariedades a los que -según su versión- son sometidos por parte de sus superiores, exponiéndose a ser sancionados.
En menos de un mes, miembros activos y retirados de la Policía acompañados de familiares y dirigentes del sector sindical han realizados sendas manifestaciones en procura de que sus demandas sean escuchadas.
Pese a poner en riesgo su vida en el cumplimiento de sus funciones, los policías dominicanos son los peor pagados de la región, donde un raso devenga un salario de RD$7 mil pesos, cuando canasta familiar supera los RD$30 mil mensuales.
La denuncia del sargento de Haina
En países con un nivel de desarrollo similar o inferior a República Dominicana como Guatemala, los agentes de la policía devengan un salario mínimo mensual de 604 dólares, equivalente a 27,782 pesos dominicanos.
Video del teniente denunciando atropellos
Otras limitaciones
Otra situación que ha generado descontento dentro de la institución es la inclusión de un artículo en su nueva Ley Orgánica, el cual prohíbe a los agentes desempeñar funciones ajenas a su rol de agentes, con excepción de la docencia.
El numeral 27, del artículo 153 de la Ley 590-16, considera una “falta muy grave” la posibilidad de que un agente ejerza la profesión de Derecho en cualquiera de sus ramas, además de que no podrá trabajar en ninguna institución, ya sea pública o privada, ni ejercer ningún tipo de comercio.
Esta situación ha provocado que muchos agentes renuncien, ya que el impedimento de realizar labores ajenas a la institución no les permite equilibrar sus ingresos, limitándolos solo a recibir los bajos sueldos de la Policía.
El primero en denunciar el bajo sueldo que gana un policía, al cual denominó “sueldo cebolla”, fue el raso Daurin Muñoz Martínez, quien en octubre de 2015, uniformado, narró en un video que publicó en Youtube, las vicisitudes por las que atraviesan los agentes para distribuir entre sus necesidades básicas el pírrico salario.
El video de Daurin Muñoz
