El conflicto entre Israel y Hamás está provocando opiniones encontradas en todo el mundo y en los últimos días la polémica llegó hasta Hollywood.
Este martes, la actriz mexicana Melissa Barrera fue despedida de la próxima película de la franquicia Scream después de que la productora dijera que sus publicaciones sobre Gaza en las redes sociales eran «antisemitas».
La estrella ha publicado regularmente sobre el conflicto entre Israel y Hamás, incluido un mensaje en el que acusaba a Israel de «genocidio y limpieza étnica».
La productora Spyglass dijo que tenía «tolerancia cero con el antisemitismo».
Esto sucede después de que Sarandon participara en una marcha en favor de los palestinos la pasada semana en Nueva York, según reportaron varios medios estadounidenses.
En un video publicado por The New York Post en su cuenta de YouTube, la actriz aparece micrófono en mano diciendo que «hay muchas personas que en este momento tienen miedo de ser judíos, y están empezando a ver cómo se siente ser musulmán en este país, sujetos a menudo a la violencia».
Sarandon, de 77 años y ganadora del Oscar por su interpretación en la película «Pena de Muerte» en 1995, también pidió un cese al fuego en la Franja de Gaza.
Estos dos casos han desatado un intenso debate en los medios y las redes sociales sobre los límites de la libertad de expresión en la industria del cine estadounidense
El caso de Melissa Barrera
Barrera no se ha pronunciado sobre su despido de la franquicia de Scream, pero antes de que se anunciara su marcha, compartió una frase de otra cuenta en su historia de Instagram que decía: «Al final del día, prefiero ser excluida por los que incluyo, que ser incluida por los que excluyo».
La publicación fue interpretada por algunos de sus seguidores como una referencia a ser despedida del filme.
Otras de sus publicaciones en las últimas semanas incluyeron una sobre la distorsión del Holocausto para «impulsar la industria de armas de Israel» y otra diciendo que Gaza estaba «siendo tratada como un campo de concentración».
«Tenemos cero tolerancia con el antisemitismo y la incitación a la violencia en cualquier forma, incluyendo falsas referencias al genocidio, limpieza étnica, la distorsión del Holocausto o cualquier cosa que cruce flagrantemente la línea del discurso de odio», dijo Spyglass en un comunicado a la revista especializada Variety.
Barrera protagonizó dos películas de la franquicia Scream, que fue relanzada en 2022, con la quinta entrega recaudando US$137 millones en taquilla y la sexta US$169 millones.
Barrera daba vida en las películas a Sam Carpenter, la hermana mayor de Tara, interpretada por Jenna Ortega. Esta última actriz confirmó este miércoles que no aparecerá en el próximo filme de la franquicia.
La intervención de Tom Cruise para proteger a su agente
Otra figura importante de Hollywood, Maha Dakhil, de la agencia de talento CAA, también enfrentó críticas por algunas de sus publicaciones sobre el conflicto.
«¿Qué duele más que presenciar el genocidio? Presenciar la negación del genocidio que está ocurriendo?», dijo en un post Dakhil.
Como resultado, fue relevada de sus funciones como codirectora del departamento de películas, aunque se le permitió permanecer en la agencia como agente.
Según Variety y otras publicaciones del sector, uno de sus más famosos clientes, el actor Tom Cruise, transmitió su apoyo a Dakhil a los responsables de CAA para que no perdiera su trabajo.
Al parecer, Cruise se reunió con ella en la oficina de la agencia la semana pasada para mostrarle su apoyo en persona.
La misma Dakhil había publicado una disculpa:
“Cometí un error al volver a publicar en mi historia de Instagram, que usaba lenguaje hiriente. Como muchos de nosotros, me he sentido angustiada. Me enorgullezco de estar del lado de la humanidad y la paz. Estoy muy agradecida a los amigos y colegas judíos que señalaron las implicaciones y me educaron más. Inmediatamente eliminé la publicación. Lamento el dolor que he causado”.
La última escalada del conflicto entre Israel y Hamás comenzó cuando hombres armados del grupo militante radical atacaron el sur de Israel el 7 de octubre, matando a alrededor de 1.200 personas y tomando a 240 rehenes.
Israel respondió con una operación militar para destruir a Hamás. Más de 14.000 personas han muerto en Gaza, según el gobierno gazatí.