¿Podrá el aumento del COVID-19 en China causar el surgimiento de una variante del virus? Los científicos no están seguros, pero les preocupa la posibilidad. Sería similar a la variante ómicron que ya está circulando allí, o una combinación de tipos o algo totalmente distinto, aseveran.
“China tiene una enorme población y una inmunidad limitada. Y esas parecen ser las condiciones para el surgimiento de una nueva variante”, declaró el doctor Stuart Campbell Ray, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins.
Cada nueva infección ofrece una oportunidad para que el virus mute, y la enfermedad se está propagando rápidamente por China. El país de 1.400 millones de habitantes ya mayormente ha abandonado su política de “cero COVID”.
Si bien las tasas de vacunación allí por lo general son altas, no lo son tanto las de vacunas de refuerzo, especialmente entre los de edad más avanzada. Las vacunas de fabricación nacional son menos eficaces que las occidentales del tipo RNA.
Y muchas de las vacunas fueron aplicadas hace más de un año, lo que quiere decir que la inmunidad ha menguado. ¿El resultado? Un campo propicio para que el virus se transforme. “Cuando vemos altas tasas de infección, por lo general le sigue el surgimiento de una nueva variante”, dijo Ray said.
Hace aproximadamente tres años, la versión original del virus salió de China y se contagió en el resto del mundo. Luego surgió la variante delta y luego ómicron y sus descendientes, que siguen agobiando al mundo hasta la fecha.
El doctor Shan-Lu Liu, que estudia los virus en la Universidad Estatal de Ohio, señaló que varias variantes ómicron se han detectado en China, incluyendo la BF.7, que es sumamente adepta a evadir inmunidad y al parecer está impulsando la nueva ola de infecciones.
Los expertos coinciden en que una población particularmente vulnerable como la de China podría impulsar al virus a cambiar. Ray comparó el virus con un boxeador que “aprende a esquivar los golpes que tú le das y se adapta a fin de moverse alrededor de ellos”.
Una gran incógnita es si la nueva variante causará síntomas más severos. Los expertos coinciden en que no hay razones para pensar que el virus con el tiempo se hace más leve. “En gran parte, la levedad de los síntomas en los últimos seis a 12 meses en muchas partes del mundo se debe a la inmunidad adquirida por vacunas o por infección, no porque el virus haya cambiado”, dijo Ray.
En China, la mayoría de la población nunca ha sido expuesta al coronavirus. Las vacunas chinas se basan en una tecnología más anticuada que produce menos anticuerpos, comparado con las occidentales.
Ante esa realidad, habrá que ver si el virus sigue el mismo patrón de evolución en China que el surgido en otras partes del mundo tras la aplicación de las vacunas, comentó la doctora Gagandeep Kang, estudiosa de los virus en Christian Medical College en Vellore, India. “O existe la posibilidad de que el trayecto de evolución sea totalmente distinto”, añadió.