El Comité de Comportamiento Ético del Poder Judicial ha instado a todos los jueces a que, al redactar sus decisiones judiciales, sigan de manera estricta los principios y valores establecidos en el Código de Comportamiento Ético. Esto tiene como fin garantizar la ética pública, la legitimidad institucional y la confianza de la ciudadanía en la administración de justicia.
Este llamado se da en el contexto de la reciente decisión del juez Rigoberto Sena Ferreras, de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, quien conoció la medida de coerción en el caso del Seguro Nacional de Salud (SENASA).
El comité, presidido por la jueza Nancy Salcedo e integrado por los magistrados Justiniano Montero y María Garabito Ramírez, cumple una función preventiva y pedagógica. Su objetivo es fortalecer los valores institucionales y fomentar el respeto por la independencia judicial, sin que su papel implique sanciones directas.
Los magistrados señalaron que las decisiones judiciales deben apegarse a los principios del Código de Comportamiento Ético del Poder Judicial, así como a los valores de prudencia y moderación en su desempeño.
Durante la reunión, el magistrado Sena Ferreras reiteró su compromiso con la ética, la transparencia y el respeto al debido proceso. Enfatizó la importancia de la prudencia y la moderación en la labor jurisdiccional, al tiempo que resaltó el compromiso de todo el poder judicial con los más altos estándares éticos.
El Comité también exhortó a todos los integrantes del Poder Judicial a reflexionar sobre sus actuaciones, tanto públicas como privadas, y a redactar sus decisiones judiciales con un comportamiento acorde con los principios establecidos en el Código de Comportamiento Ético.
En este contexto, se recordó que ningún juez debe apartarse del mandato de que, al actuar en sus funciones jurisdiccionales, lo hace en nombre de la República y bajo la autoridad de la ley y la Constitución.
Esta responsabilidad impone una carga ética y de Estado, lo que obliga a jueces, juezas y servidores judiciales a cumplir con las exigencias de la ética judicial.
Por último, el Comité de Comportamiento Ético tiene la responsabilidad de garantizar que los jueces y servidores judiciales se adhieran a los principios éticos y valores que rigen su actuación, en concordancia con el Código Iberoamericano de Ética Judicial.
Este documento es clave para estructurar y orientar la gobernanza ética dentro del sistema judicial, fundamentándose en la misión y visión institucional.
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