El escritor noruego Knut Hamsum sostuvo que el genio “es un rayo cuyo trueno se prolonga durante siglos”.
Por supuesto, pocos nacen para ser genios, pero muchos tienen las condiciones para hacer de la vida una genialidad, y hasta pueden vivir más intensamente que los primeros.
La razón está en que el genio vive con sus contemporáneos en constante hostilidad porque no trabaja para su generación, sino en beneficio de las futuras.