El tiempo pasa sin prisa y sin pausa, lo que aprovechan al máximo todos aquellos que inteligentemente juegan al olvido histórico que ha experimentado tradicionalmente la sociedad dominicana en general.
Después de las denuncias sobre muchos males que vienen afectando las estructuras de muchas federaciones deportivas, mediante el uso incorrecto de fondos que suministra el Estado, todo se ha quedado en “veremos”, porque no ha ocurrido nada que indique que las investigaciones están en curso.
Esos no son los primeros casos en los que la inacción de las autoridades ha permitido que todos los implicados en actos dudosos queden impunes, lo que es un incentivo para que se continúen cometiendo irregularidades de todo tipo.
Ya es tiempo de que se ofrezcan lecciones contundentes, por la vía administrativa o por intermedio de la justicia para detener de una vez por todas, a todo el que se crea que puede hacer y deshacer con fondos públicos.
Hasta el momento todo ha sido mucho bulto, nadie ha visto un sometimiento que haga pensar que se busca poner coto a todo este embrollo.
Todo indica que si se continúa jugando al gato y al ratón, las cosas quedarán tal y como han venido ocurriendo.
Y es que se aprovechan al máximo de esa bendita mala memoria de los dominicanos, al extremo de que aquí andan exhibiéndose por las calles figuras de todo calibre a las que todo el mundo señala por hechos “muy extraños”.
La pregunta obligada es, ¿hasta cuándo seguiremos transitando por ese camino?
Los pueblos avanzan en todos los aspectos cuando las sociedades se fortalecen para propiciar que los malos paguen por sus hechos, no que los premien, como ha venido sucediendo.