GINEBRA.- Los países en desarrollo necesitan una inversión de 1,2 billones de dólares, equivalentes a un 3,8 % de su PIB, para garantizar un mínimo sistema de seguridad social y atención a toda su población en la actual pandemia, alerta un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La brecha es mayor en los países de ingresos bajos, donde la inversión media requerida equivaldría a un 16 % de su producto interior bruto (PIB), destacó la organización.
La OIT también advirtió de que las necesidades financieras en estas redes han aumentado globalmente en torno a un 30 % con la pandemia, no sólo debido a las mayores necesidades de atención médica sino también por la crisis económica y la pérdida de numerosos empleos derivada de ésta.
Oriente Medio, Asia Central y el continente africano son las regiones donde la brecha de financiación de la seguridad social ha aumentado más, y requerirían como media un incremento de la inversión en esta partida de hasta el 9 % de su PIB.