SANTO DOMINGO.-El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) salió este domingo formalmente del poder, tras su derrota en las elecciones presidenciales y congresuales celebradas el pasado 5 de julio, luego de gobernar 20 de los últimos 24 años, 16 de ellos de manera consecutiva.
Dentro de los principales desafíos que tiene por delante el peledeísmo figuran la escogencia de un activo secretario general, el retomar el camino de la unidad, abrirse hacia la meritocracia partidaria y la realización de una profilaxis en sus organismos de dirección, especialmente el Comité Político.
La plataforma para propiciar esos cambios habrá de ser el IX Congreso Ordinario de la agrupación política, el cual se llevará a cabo entre el 8 de octubre y el 15 de diciembre de este año.
En los congresos se discuten modificaciones estatutarias, los lineamientos de políticas nacional e internacional, así como las cuestiones ética y de principios. Además, se renuevan las direcciones medias, el Comité Central, el secretario general y presidente de la organización; éstos últimos mediante el voto directo de las bases.
La unidad
Una de las causas que se atribuyen para la derrota del PLD ha sido la división de esa organización, y que provocó la renuncia de expresidente Leonel Fernández, que pasó a fundar la Fuerza del Pueblo, estructura política que adversó al peledeísmo durante la campaña electoral.
Meritocracia partidaria
La confrontación entre Danilo Medina y Fernández amplificó el grupismo, que posibilitó el ascenso de muchos dirigentes a los puestos directivos sobre la base de influencia, dejando de lado los méritos particulares.
En ese sentido, abrirse a una mayor democracia interna constituye un desafío que los peledeístas están prácticamente obligados a superar en la actual coyuntura política. En procura de ese objetivo, tendrán que sepultar y mitigar la referida práctica.
Comité Político
El reto más trascendente del PLD será una necesaria profilaxis en su Comité Político, en el que las ideas políticas de la mayoría de sus 35 miembros no se corresponde con un mundo que ha cambiado vertiginosamente en las últimas dos décadas, bajo el influjo de las redes sociales y de cambios en los enfoques y paradigmas políticos.
Una parte de los miembros de ese organismo ingresó por “amarres” políticos producto del antagonismo grupal, sin mérito alguno, otra parte ya se encuentra en desfase, quedando una minoría en condiciones reales de continuar ejerciendo ese rol dirigencial.
Una vez sea seleccionado el nuevo Comité Central durante el IX Congreso Ordinario, le corresponderá la tarea de reestructurar el Comité Político, por mandato estatutario.
En la actual coyuntura del PLD se da como un hecho que Medina será elegido en la presidencia de la organización, quedando como desafío la escogencia de un secretario general dinámico y que dedique el tiempo necesario a las labores partidarias.
Todavía el Comité Político tiene por delante la tarea de analizar las causas que provocaron la derrota electoral en dos procesos en 2020, que le desalojó del poder en medio de la pandemia del nuevo coronavirus Covid-19.
Los retos
—1— Disminución
El PLD, además de perder el Ejecutivo, sale del poder con una matrícula congresional disminuida.
—2— Conciliar
Enfrenta el reto de sanar laceraciones del proceso que finalizó.