“Ni contigo ni sin ti/ tienen mis males remedio/ contigo porque me matas/ Sin ti, porque yo me muero”.
Emilio José, cantautor español.

Hasta los mejores peloteros tienen sus malas rachas, sólo que algunos exageran. Esa es la verdad.
Cuando eso pasa en Grandes Ligas, donde los intereses son enormes, por lo general los equipos “bajan” al jugador en cuestión a las ligas menores. En política no. Al menos en nuestro patio no ocurre así.

Por eso no resulta extraño que un partido o un candidato con graves problemas de conexión (interna y externa) en lugar de reconocer su situación y enderezar el rumbo proclame “convencido”: “Estamos en primer lugar y vamos a ganar en primera vuelta”.

La realidad que él sabe que sólo tiene una oportunidad de quedar delante… si voltean el orden de la fila.
En lo que puede ser considerado desde ya como uno de los dislates más grandes en lo que va de campaña (porque estamos en campaña compadre) el aún candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez, descartó de plano una posible alianza con la Fuerza del Pueblo, el partido que encabeza el expresidente Leonel Fernández.

Ni en política, ni en la guerra hay enemigos pequeños, pero mucho menos hay aliados potenciales desdeñables. Todo lo contrario, aún el menos ducho en materia de táctica y estrategia política sabe –o debería saber– que se gana sumando, no restando. De ahí que no se entiende esta posición de Abel, cuyo ego parece superar el nivel de su liderazgo.

El mismo día, Leonel Fernández, que al igual que Chayanne le canta al Palacio todas las noches “daría cualquier cosa por estar contigo/ daría cualquier cosa por volverte a ver…”, dijo, con su particular estilo para ningunear a sus adversarios: “Nosotros no hemos solicitado alianza con ese partido”.

Más que un juego de tronos, esto parece un juego de niños engreídos.
Sin embargo, creo que los dos (PLD y Fuerza del Pueblo) están escuchando en sus cabezas una y otra vez el estribillo de aquella melancólica canción de Emilio José: “Ni contigo ni sin ti”.

Charlie Mariotti admitió públicamente que la candidatura de Abel tiene problemas de bujía y tal vez por eso no prende, no supera el tercer lugar. A su vez, Danilo Medina, un viejo zorro casi ya sin pelo de tantas cacerías, ni quiere ni descarta una alianza, sabe que si Abel sale bien parado, eso significaría su fin.

Otros dirigentes, creo que una mayoría, más pragmáticos, saben que necesitan al PLD como náufrago a su salvavidas, pero ante todo necesitan una bocanada de aire que sólo se la puede dar un triunfo aunque sea parcial en febrero, porque saben que una victoria en mayo de 2024 es una quimera.

Los dirigentes del PLD están conscientes de que su partido va en picada y por tanto no es inteligente descartar desde ya una posible alianza con sus excompañeros de la FP, con Leonel, aún cuando esto signifique un grave peligro para la propia sobrevivencia de ciertos liderazgos salpicados por el fango de la corrupción.

Por eso los imagino, a cada uno, apretando la copa rota mientras tararean como orates, una y otra vez, la misma canción “Ni contigo, ni sin ti/ Tienen mis males remedio/ Contigo porque me matas/ Sin ti, porque yo me muero”.