Hugo López Morrobel
Aquí cualquier renglón puede estar o entrar en problemas, incluso el merengue, menos una serie final entre Águilas y Tigres.
Esta noche ambos equipos pondrán a los dominicanos a olvidar, aunque sea por unas tres o cuatro horas, muchos de sus problemas más prioritarios.
Esa ha sido la costumbre desde el imperio romano, que “dormían” a la población con espectáculos en el coliseo.
“Pan y circo” es la mejor denominación de lo que pasará con esta serie final.
Pero con “pan y circo” o no, la gente bota el golpe viendo el juego en los estadios, cosa que la mayoría no puede por los altos costos este espectáculo, o a través de la televisión.
La rivalidad “a muerte” que se ha desatado entre los fanáticos de ambas novenas, hace que esta final coloque a un lado en la mente de los dominicanos problemas como el caso de los Tucano, el de Percival Matos, el desistimiento de querella de varios testigos por la muerte del exrector Mateo Aquino Febrillet, el desalojo de Valle Nuevo y la sobrevaloración de las plantas de Punta Catalina, entre otros.
A pesar de todas esas barbaridades, el pueblo espera que hoy se cante ¡play ball! y que gane el de su predilección.
