¡Plásticos por juguetes, iniciativa a imitar!

¡Plásticos por juguetes, iniciativa a imitar!

¡Plásticos por juguetes, iniciativa a imitar!

Yanet Féliz, periodista del periódico El Día

El impacto de la contaminación por desechos plásticos que van a parar a las principales fuentes de agua y están mermando importantes especies, ha motivado a la Alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía a incursionar desde hace tres años en una jornada de intercambio de botellas por juguetes.

Su buena y valida intención encuentra cabida y apoyo especialmente en los sectores vulnerables que casualmente son las áreas que más tiran sin control ese tipo de residuos, y ante la necesidad de las familias suplir a los niños un regalo con motivo del Día de los Santos Reyes Magos, estas también se involucran cada año en la recolección de miles de frascos que dañan su entorno y afectan las aguas dulces y los mares.

Esta idea evidencia cada vez más, que si cada grupo o sector que incide en la sociedad se suma a causas similares se pueden lograr mejores resultados a favor del conglomerado, que en términos medioambientales son de beneficio para el país y el planeta.

La idea de Carolina Mejía, que viene dando muestras a través de la Alcaldía del Distrito de que procura una mejor ciudad, bien pudiera imitarse e involucrar a clubes, escuelas, empresas y entidades gubernamentales, y que estos no solo se involucren en la recolección de plásticos del pasado 8 de enero.

En la primera versión 2021 la Alcaldía recolectó un millón 75 mil botellas plásticas; en el 2022 un millón 600 mil y el pasado día 8 logró sacar de las calles 2.2 millones de botellas.

De asumir esa práctica de forma permanente y que contase con determinados centros de acopio, donde la gente encuentre la oportunidad de valorar los recursos que puedan tener un nuevo reúso, y así tener un beneficio que los motive a guardar sus desechos aprovechables hasta llevarlo a un destino final seguro, se reduciría la basura por doquier.

También se pudieran impulsar con más rigurosidad y de manera sectorizada otros ejercicios de recolección de botellas de vidrio, cartones, papeles, objetos de metal, gomas de vehículos, baterías, entre otros artefactos que se puedan intercambiar, por ejemplo por detergentes en polvo, cloro, medicamentos genéricos, papeles higiénicos, aceites comestibles, entre otros.

Así convertiríamos la sostenibilidad en cultura, como enarbola y desea el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton, abandonamos la “cultura del descarte”, creando conciencia y apoyando a las autoridades en tareas importantísimas que son responsabilidad de todos.

Las buenas intenciones hay que valorarlas e imitarlas, pero como dice un refrán popular: “Una golondrina sola no hace verano”, el Gran Santo Domingo y el país tienen muchas tareas que afrontar y esta es sólo una, como también la reorganización del tránsito y el ordenamiento de la ciudad, que es de todos.



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