SANTO DOMINGO.- Ante la carencia de un tratamiento curativo contra el COVID-19 y las proyecciones de que la creación de una vacuna efectiva necesite más tiempo, los médicos emplean terapias experimentales para revertir los efectos letales.
Una nueva alternativa que está captando la atención de especialistas del país es el Plasma Convaleciente, consistente en extraer anticuerpos de la sangre de las personas recuperadas totalmente de la infección y transferirlo a los pacientes graves.
De acuerdo al infectólogo, David De Luna, República Dominica está inmersa en formular protocolos para emplear sin pérdida de tiempo el novedoso tratamiento, con el que indicó, se espera lograr resultados satisfactorios.
Es bueno destacar que aun no hay evidencia de que ningún medicamento es seguro y efectivo para tratar el virus y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no ha aprobado ningún medicamento específico para tratar a las personas con el COVID-19.
Sin embargo, esta terapia usada durante otras crisis epidémicas, como la Gripe Española en 1918, el Ébola, el Mers y el Sars, según el experto, ha demostrado revertir la evolución de la gravedad del virus, debido a que la proteína de los anticuerpos ayuda a combatir infecciones.
De Luna adelantó que en el país se tiene proyectado iniciar su aplicación en pacientes el mes próximo, luego que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), organismo que autoriza el uso de tratamientos experimentales para la salud, dé el visto bueno a la propuesta clínica para su administración.
Refirió que el Sistema Sanitario Nacional cuenta con la estructura para aplicar la terapia en todos los casos y además hay una lista con más de 100 donantes de plasma para su arranque.
“Ya tenemos la aprobación de la propuesta por el Comité de Ética de la Pontificia Universidad Católica de Santiago y ahora falta depositarla al Conabio para que apruebe su experimentación en el país, pautada para inicios de agosto próximo”, dijo De Luna.
Aun no se ha demostrado que el método es una cura definitiva para la infección, no obstante ha dado bueno resultados en países como Estados Unidos dónde se comenzó aplicar luego que la FDA aprobara su uso.
La sangre de las personas que se han recuperado se conoce como plasma de personas convalecientes. El plasma es la parte líquida de la sangre.
El tratamiento es una alternativa para los pacientes que no responden a otros métodos.
También puede considerarse para los miembros de la familia o trabajadores de la salud que han estado expuestos a alguien con la COVID-19 para posiblemente prevenir que se infecten.