ARCHIVO - En esta foto del lmiércoles, 4 de septiembre del 2017, Gerar Pique participa en una sesión de entrenamientos un día antes del partido de España contra Liechtenstein clasificatorio para la Copa del Mundo del 2018, en el Estadio Rheinpark, en Davuz, Liechtenstein. (Gian Ehrenzeller/Keystone via AP)
Madrid.- El central Gerard Piqué pidió este miércoles «diálogo» para solucionar la situación en Cataluña, reiterando su compromiso con la selección española, que no considera incompatible con sus posicionamientos políticos, llegando a afirmar que hasta un «independentista podría jugar» con la Roja.
«No es incongruente (sus posiciones), te lo llevo al extremo, yo creo que un independentista podría jugar en la selección española porque no hay selección catalana y porque el independentista no tiene nada en contra de España», consideró Piqué en una rueda de prensa tras el entrenamiento de la selección española.
Dadas estas dos condiciones, «¿por qué un independentista no podría jugar con la selección española?, es una pregunta que te planteo, y no es mi caso, ¿pero por qué no podría?», se preguntó el central en rueda de prensa.
«Tendemos a llevarlo todo al fanatismo cuando aquí somos un grupo de gente que intentamos ganar para que España pueda ganar», dijo Piqué, que aseguró haber valorado la posibilidad de abandonar la selección, tras lo ocurrido en los últimos días, pero decidió que «lo mejor es continuar».
«Me siento muy orgulloso de estar en la selección española», aseguró Piqué, insistiendo en que «es imposible poner en duda mi compromiso, llevo aquí desde lo 15 años, considero esto una familia».
Dar la vuelta a los silbidos
Su postura en favor del derecho a decidir de los catalanes y su crítica a la intervención policial del domingo para impedir un referéndum de autodeterminación en Cataluña, prohibido por la justicia española, lo convirtieron en blanco de los pitos de los aficionados el lunes en el primer entrenamiento de la selección.
Su salida este miércoles permite seguir calmando las aguas en torno a la Roja, después que el seleccionador, Julen Lopetegui, y sus compañeros arroparan al central el martes tras los abucheos del lunes.
Afirmando que es un reto» intentar que la gente deje de pitarle, pidió comprensión para su expresiones políticas. «Somos jugadores, pero ante todo somos personas», aseguró Piqué, «y las personas tienen opiniones y las opiniones vienen por nuestro entorno, por donde vivimos y por la información que nos llega, y es imposible que todos pensemos igual».
«Creo que mediante el diálogo y el respeto se llega siempre a buen puerto», añadió el central barcelonista, que abogó por aplicar este remedio a la escalada en Cataluña, que comparó a la situación de un padre con un hijo que se quiere ir de casa.
«Se está radicalizando todo»
«España tiene dos opciones, y cuando digo España estoy hablando del gobierno, no de las personas, o sentarse y dialogar o quizá ese hijo se te va, entonces no pierde nada en sentarse y hablar», consideró.
El central del Barça advirtió que «se está radicalizando todo» y «lo único que nos puede llevar a un punto intermedio es el diálogo o esto solamente va a ir a más», pidiendo que «los políticos hagan su trabajo y se solucione este problema».
Preguntado directamente si es independentista, Piqué rechazó contestar porque «los jugadores somos figuras globales, no puedo decantarme por un lado o por otro», al tiempo que también aseguro no haber pensado si jugaría con España o Cataluña, en caso de una hipotética independencia.
«No sé lo que pasaría, es un escenario que tampoco me he planteado», aseguró el central, quien provocó las sonrisas de los periodistas al afirmar que tampoco había visto el discurso del rey Felipe VI el martes porque «estábamos jugando a la pocha (un juego de cartas)».
Tras dos días de concentración marcados por la situación en torno a Piqué, el jugador pidió ahora centrarse en los dos partidos clasificatorios para el Mundial de Rusia-2018 frente a Albania e Israel, para lo que él va «a ayudar en todo lo que pueda, fundamentalmente en el campo».
España se enfrenta el viernes a Albania en Alicante en un partido que le permitiría viajar a Rusia en caso de victoria y de pinchazo de Italia.