NUEVA YORK.– El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró ayer con una caída del 8,2 %, hasta los 36,34 dólares el barril, motivado por el miedo en el mercado a una segunda oleada de casos de COVID-19 que paralice de nuevo la economía y golpee la demanda de combustible.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) los contratos de futuros del WTI para entrega en julio restaron 3,26 dólares respecto a la sesión previa del miércoles, cuando el Texas avanzó un 1,7 %.
Los precios del petróleo de referencia en Estados Unidos bajaron también por la crecida en los inventarios de crudo estadounidense, no prevista por los analistas y que podría ser un indicador de que el ansiado repunte en la demanda no se ha producido con la fuerza que se esperaba.
Para la semana del 5 de junio, los datos de la Administración de Información Energética muestran que los inventarios crecieron unos 5,7 millones de barriles hasta un total de 538,1 millones, un récord histórico.
En las últimas semanas, la extensión de los recortes vigentes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) hasta julio había espoleado los precios y equilibrado los mercados. Ahora, con los precios por encima de los 35 dólares, muchos productores estadounidenses han reabierto pozos y plataformas que habían cerrado.
8.2% Bajó ayer el crudo de Texas.
También el precio del Brent para entrega en agosto cerró en Londres con caída de 7,6%.