Lima.- Centenares de manifestantes de diversas partes de Perú marcharon ayer, un año después del autogolpe de Estado fallido del exmandatario Pedro Castillo, para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso, en una convocatoria que no fue respaldad por la población.
Aunque las protestas, convocadas por organizaciones sociales y sindicatos, no fueron en ningún punto numerosas, sí se reprodujeron en varias partes de la geografía peruana con el motivo común de expresar el descontento con las autoridades.
Al principio de la jornada, hubo pequeñas marchas en ciudades del sur de Perú, donde existe una oposición más fuerte al Gobierno de Boluarte.