Permanencia y cambio

Permanencia y cambio

Permanencia y cambio

David Alvarez

La discusión proviene desde Parménides y Heráclito. ¿Qué es lo fundamental? ¿La continuidad estática de lo real o el cambio?

¿El conocer lo real consiste en descubrir lo que permanece en los cambios aparentes o comprender los cambios que son la naturaleza última a pesar de percibir permanencias?

Es indudable que las ciencias naturales apuestan a la permanencia de las estructuras ocultas en los cambios que contemplamos. Átomos y genes, regidos por leyes inexorables, nos descubren lo real que no cambia.

En cambio en el estudio de lo social, donde la libertad humana se despliega, los cambios en el tiempo nos descubren que no existe nada estático, ni en el individuo, ni en lo social.

Leyes vs. libertad parecen las claves entre lo estático y lo que cambia. Lo novedoso, en su impredecible despliegue, nos asusta cuando lo comparamos con las normas fijas de las galaxias y las estructuras íntimas de lo viviente. Evolución y creación hacen sentido cuando los comparamos con la naturaleza y la libertad humana.

Transformar la naturaleza es la intervención de lo humano en lo natural. Aspiramos -desde el origen de nuestra especie- a modelar tierra y agua, aire y fuego, a nuestros sueños y necesidades más hondas.

Usualmente quebrando la armonía de las leyes naturales, nuestra voluntad modifica la naturaleza a nuestras necesidades, reales o aparentes.

Mientras más conocimiento y poder tenemos sobre la naturaleza, más responsables nos hacemos del cambio y la permanencia. Entre la permanencia y el cambio se decide nuestra extinción o desarrollo.



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