¿Pereceremos esperando la llegada de un conductor enérgico?

¿Pereceremos esperando la llegada de un conductor enérgico?

¿Pereceremos esperando la llegada de un conductor enérgico?

Rafael Ramírez Ferreira

 

Porque… “Llega el momento en la vida,

Cuando ya no hay futuro”

Cuando era niño, oía hablar de un

Futuro mejor. Ahora se habla de tiempos

Pasados que fueron mejores. Y

De un futuro, que será peor.

A.Thomen.

Una amiga me recomendó leer un libro que trata sobre Maquiavelo, con la finalidad de que el mismo me haría comprender mejor el referido personaje y conocer las bondades que lo adornaban, pero, es innecesario. El hombre es el hombre más las circunstancias que le tocan vivir en determinado momento, por lo cual sería injusto calificarlo, ya que por más que pretenda entrar en su mente y decisiones, sería algo utópico.

Para mí, fue una persona que le quedó grande a su época. Y por eso, hoy, después de tantos años, continúa vigente y al parecer así seguirá. El mundo vive en una época muy parecida a la nuestra, aun seamos una isla, pero, no aislada del resto de las demás naciones y los patrones se imitan para bien  o para mal, más de lo último que de lo primero. Nuestros Príncipes o gobernantes –más si son producto de algún tipo de rebelión o guerra-, solo son revolucionarios hasta llegar al poder, porque de ahí en adelante no lo vuelven a soltar a menos que sea la muerte quien se interponga en su camino.

Y no se les puede llamar dictadores, ni tiranos, porque todos son “elegidos libremente” por el pueblo mediante “elecciones democráticas”, las cuales me recuerdan mucho, sin saber la razón, a las llevadas a cabo por el Partido Dominicano y el Generalísimo Trujillo, que por igual se vanagloriaba de la democracia que imperaba en este país.

Pues así estamos viviendo, en mediode una democracia producto de “elecciones”, donde se teme hasta hacer cumplir la más simple de las leyes.

Esto nos lleva al inicio de estas tontas divagaciones y, como magma que brota del volcán de nuestra democracia, se actualiza el personaje que hoy tratamos, cuando se le atribuye lo siguiente: “Un Príncipe no debe preocuparse de que lo acusen de cruel, siempre y cuando su crueldad tenga por objeto el mantener unidos y fieles a sus súbditos; porque con pocos castigos ejemplares, será más clemente que aquellos que por excesiva clemencia dejan multiplicar los desórdenes, causas de matanzas y saqueos que perjudican a toda una población, mientras que las medidas extremas adoptadas por el Príncipe, sólo van en contra de unos”.

Señor Magistrado, por hoy, no tengo más nada que decir. ¡Si señor!

 



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