Perder peso sin perder el buen humor, en sólo diez pasos

Perder peso sin perder el buen humor, en sólo diez pasos

Perder peso sin perder el buen humor, en sólo diez pasos

Según una encuesta reciente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), el 76% de las mujeres dicen que no están contentas con su peso y que querrían perder una media de diez kilos en cinco meses. Sin embargo, ocho de cada diez que hacen dieta para perder peso fracasan.

Perder peso es el deseo, pero las dietas que lo prometen o no resultan efectivas o son casi un infierno para hombres y mujeres. Yolanda Jiménez, nutricionista y dietista colaboradora de Entulínea, reconoce que “las dietas muy restrictivas resultan desmotivadoras y el índice de fracaso es elevado”.

Jiménez apunta que “el aburrimiento es el peor enemigo de toda dieta”. Para mantener la motivación durante todo el proceso, la experta recomienda aplicar diez pautas para mantener una actitud positiva.

Objetivos realistas Ante todo, hay que entender el adelgazamiento como un proceso. Sólo de esta manera, será un adelgazamiento saludable y permanente. No conviene fijarse metas poco realistas como la pérdida de muchos kilos en poco tiempo o intentar alcanzar la talla de ropa que se tenía con 18 años.

Objetivos a corto plazo Para mantener la motivación en todo momento, conviene fijar objetivos a corto plazo que permitan conseguir la meta final. Es decir, si la meta final es adelgazar 4 kilos, hay que marcarse el objetivo a corto plazo de perder 300-500 gramos en una semana. Conseguir ese reto aportará bienestar y la sensación de que se está en la buena línea para alcanzar el gran objetivo.

Ser nuestro mayor fan Quizá es lo más difícil, pero es fundamental que la persona en proceso de adelgazamiento se sienta satisfecha con los pequeños logros alcanzados, según publica el portal Qque.es.

Para ello, hay que practicar el reconocimiento propio de todo aquello que se está haciendo bien: buenos hábitos adquiridos, interiorización de pautas para hacer una lista de la compra sensata, incorporación de rutinas para potenciar la actividad física, etc.

Empezar con pequeños cambios Si nunca se ha practicado deporte, no se puede pretender, de un día para otro, correr una maratón. Asumir grandes cambios que afectan el estilo de vida de una persona puede ser contraproducente por la dificultad de llevarlos a cabo y, sobre todo, mantenerlos en el tiempo. Es preferible que los cambios sean graduales.

En el caso de la actividad física, empezar con pequeños gestos como recorrer a pie parte de un recorrido que solía hacerse en coche o transporte público puede ser un buen inicio. Saber premiarse Las prohibiciones de alimentos son del todo desaconsejables en una dieta ya que dejar de disfrutar, de repente, de algo a lo que estábamos acostumbrados se vive como un castigo.

Por el contrario, premiarse con algún capricho (aplicado con sentido común y evitando los excesos) permite reconocer y celebrar todo el esfuerzo realizado.

Así que nada de sentir culpabilidad al disfrutar del placer de un bombón o de una copita de vino. Estos pequeños placeres son totalmente compatibles con una dieta equilibrada.
Hacer cómplices a los más cercanos Es importante que el entono cercano de la persona que desea adelgazar sepa que su apoyo también es necesario.

De esta manera, se evitarán regalos comestibles que aportan calorías o situaciones violentas como la insistencia para repetir ración en un evento social. Contar con apoyo externo Diversos estudios científicos demuestran que poder compartir el proceso de adelgazamiento con personas que se encuentran en la misma situación puede contribuir a mantener la motivación.

Divertirse cocinando Es posible disfrutar de la comida con platos apetitosos y adelgazar. Basta con ser comedido en las raciones y apostar por alimentos ricos en proteínas y fibra, pero con menos grasas saturadas, azúcares y sodio que otros alimentos de su misma categoría. Además, hay que aprender a sacar partido de cocciones como la cocina al horno o al vapor, que nos dan una cocina ligera pero llena de sabor.

Disfrutar del aire libre para mantenerse activo Con el buen tiempo, no hay excusa para mantener una vida sedentaria. Escaparse a un parque dentro de la propia ciudad o disfrutar de una excursión en el medio natural supondrá un beneficio para el cuerpo y también para la mente.

Jugar con la moda Sentirse atractivo es importante para mantener la motivación, por ello conocer el propio cuerpo es un factor determinante para potenciar la belleza natural de cada persona a través de la moda y saber qué prendas favorecen más (saber, por ejemplo, si tenemos que disimular caderas, definir cintura o crear volúmenes para compensar desequilibrios).



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