Wilfredo Mora
La historia de la prisión es un trauma, siempre que se atisba el ideal de reforma vuelve a repetirse el trauma, excepto cuando los cambios los ilustran los grandes reformadores de esta práctica penal: Howard, Concepción Arenal, Bentham, Beccaria, Bernaldo de Quirós y López-Rey y Arroyo, este último contribuyó con sus servicios penológicos a los programas más originales desde la Naciones Unidas (Ver Cuestiones penológicas).
La remodelación del emplazamiento penitenciario situado en la comunidad de La Victoria, denominado “Nueva Victoria” pertenece al Plan de Humanización del Sistema Penitenciario, anunciado en 2018. Si volviera Beccaria, sería muy simple valorar que la humanización de las prisiones depende de la ecuación delito-pena-ejecución, y que cualquier problema de mejora de los aspectos físicos penitenciarios no tiene nada de reforma ni de humanitario respeto de las penas privativas de libertad.
¿Esta nueva cárcel mejorará la ejecución de la pena?, porque si no, es un plan divorciado del problema penal de la delincuencia estricta.
Desafortunadamente, el proceso penal vigente en nuestro país ha aumentado la prisión preventiva, que las actuales autoridades se ufanan de trasladar a un mejor sitio de residencia (y de trabajo).
En ese sentido, la Nueva Victoria no debe ser un “avance” en cuanto a lo penitenciario, tal vez lo crean en cuanto a lo carcelario: la actual hipertrofia de la Penitenciaría de La Victoria, se redime con este nuevo complejo de edificios.
Veamos en unas décadas si no será un lugar de decadencia humana, una institución vergonzosa y cruel.
Pues, que quien lo ideó, vio sólo edificaciones, no pudo verel verdadero funcionamiento de los centros penitenciarios en los procesos internos del problema penal ejecutivo.
Años atrás vi, en esta Procuraduría General de la República, la presencia del penalista argentino ZaffaroniCataneo, y es curioso, que él haya considerado alguna vez que la reforma de la prisión nació como alternativa de otras penas, que evolución de la pena privativa es y será “una alternativa de la alternativa”.
No sé cómo encaja, pues, el plan de humanización, de reforma penitenciara; ¿cómo sería la corrección de los internos en estas condiciones apropiadas?, pero dando la impresión de que las penas privativas, en general, sean de muy larga de duración. La infraestructura no siempre es un componente de la resocialización.
Este adefesio penológico de la Nueva Victoria puede ser útil para encontrar el camino correcto de las instituciones penitenciarias. Ha llegado el momento de una nueva legislación de ejecución de pena, que regule como han de ser los emplazamientos y los métodos ejecutivos del proceso de la pena de prisión.
No es un proyecto nuevo. En 1971, el maestro don Leoncio Ramos Jerez, dejó todo un diseño legislativo. No sé por qué nadie no nos lo ha solicitado, si lo hemos evocado por doquier.
