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Pellizcos

A Jarabacoa fueron y se sentaron a conversar como si fuesen integrantes de la Dirección Ejecutiva del PRM algunos invitados cuya presencia sólo sirvió para incordiar.

Hubo fotos en las mesas de trabajo, pero ausencia en la foto de familia. La táctica es burda. Recuerda una frase atribuida a Twain y a Daniel Webster, grandes conocedores estadounidenses de la marrulla política. El dicho es que el abogado que asume su propia defensa tiene un pésimo cliente.

O sea, déjese llevar… En este rinconcito del mundo, pletórico de superlativos y primacías, es común creer que terciarse en el pecho la banda presidencial dota al escogido de mayores capacidades personales de las que poseía previamente.

Ni siquiera Balaguer, que llegó al poder con 40 años de experiencia de Estado y lo retuvo por más tiempo que sus 22 años como presidente, desdeñaba a quienes podían orientarlo. Aunque al final su decisión fuese sólo suya, oía atentamente las opiniones de amigos y allegados.

Por eso nunca padeció encarrilamientos judiciales. La presencia en Jarabacoa y en el Gobierno de connotados desafectos del expresidente Mejía, el más importante líder del partido oficial después del presidente Abinader, es tan improductiva como inconveniente al interés político de Luis, su partido y la nación.

¿Qué porvenir puede esperarse si la alta política repite los bajos errores del antiguo y faccioso PRD? ¿O difumina su diferenciación del PLD? Dar pellizcos me trae otro recuerdo, P. R. Thompson advirtiendo a Salvador que parecía un potro que llenaba su camino de piedras por el mero gusto de tropezar con ellas. No hizo caso y ya saben qué pasó… Cierro hoy con otro viejo dicho jurídico: “Nada más que agregar, magistrados”.

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José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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