Pedro Pablo: "No puedo ver, pero disfruto la vida a plenitud"

Pedro Pablo: «No puedo ver, pero disfruto la vida a plenitud»

Pedro Pablo: «No puedo ver, pero disfruto la vida a plenitud»

Santo Domingo.-El bastón, es su  único  aliado a la hora de trasladarse a cualquier lugar, pero eso no impide Pedro Pablo Rosario se levante todos los días con su mejor actitud  para enfrentar un mundo que no puede ver desde los 12 años,  pero que ha conocido gracias a su deseo de superación, amor por la vida y el coraje.

Rosario recuerda con nostalgia cómo en 1964 un pequeño dolor de cabeza causó  le fuera practicada  una cirugía la cual terminó con la extracción de sus ojos.

Todavía no entiende el por qué de esa decisión que  le cambió la vida para siempre, pero está seguro que dicha condición no ha sido un impedimento para ser hoy un profesional de la Comunicación Social.

Perder la visión fue ha sido lo más difícil para Pedro Pablo, ya que pasó de ser un niño que veía, jugaba y corría a estar sumergido entre sombras. El apoyo de su familia lo ayudó a resistir esta situación y a comprender que tener una condición física no es estar sin vida.

Trabajo

A sus 52 años, Rosario es locutor y trabaja como coordinador de protocolo en el Consejo Nacional de Discapacitado (CONADIS) una institución que trabaja a favor de las personas con discapacidad.

Este hombre padre de dos hijos y abuelo de dos nietos recuerda regocijado todo lo que le gustaba realizar cuando veía.

«Yo disfrutaba ver el Sol acostarse, los colores de las flores, el verdor de la naturaleza, ver la unión del Mar con el Cielo. Soy amante a la naturaleza porque creo que Dios está en ella, aunque no puedo ver ahora lo sigo disfrutando, lo siento».

Dificultad

«Yo soy un hombre luchador y me he enfrentado a luchar por mis sueños, pero hay que estar claro de una cosa, las personas con  discapacidad visual  tienen dificultades para realizar su diario vivir», dijo el comunicador.

Señaló que los hoyos en las aceras, los vendedores ambulantes que están en ellas son obstáculos que  no dejan que estas personas se desplacen con fluidez.

«Yo no puedo ver, pero disfruto todo con plenitud porque hay personas que tienen todo y viven como si estuvieran muertos, viven a ciegas», exclamó Pedro Pablo Rosario.