Pedernales.-Pedernales es un regalo divino. No solo ofrece sol y playa, pues en sus 2,074.53 km² se puede desarrollar un potencial turístico envidiable, por sus áreas protegidas que ocupan el 68% del territorio, la mayor riqueza de biodiversidad del Caribe.
Es un pueblo tranquilo, ideal para gente con espíritu aventurero, que trabaja en la búsqueda de reconocimiento como destino y la generación de ingresos.
Por ejemplo, en los 1,536 kilómetros cuadrados del Parque Nacional Jaragua se pueden observar 130 especies de aves, de las cuales diez son endémicas, 76 residentes y 47 migratorias.
La diversidad ecológica de la provincia suma el verdor de las montañas, playas, ríos, lagunas, bosques (húmedos, nublados y de coníferas), ecosistemas costeros marinos, humedales y zona cafetalera.
Por la riqueza de la madre naturaleza, en Pedernales esta región tiene el privilegio de haber sido declarada como una Reserva de la Biósfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco).
A los parques nacionales Jaragua y Sierra de Bahoruco se añaden los valiosos recursos ecoturísticos que constituyen las islas Beata y Alto Velo, lugares de características únicas en el Caribe.
Mucho que explotar
Estos recursos definen la provincia como un destino único que puede saciar la sed de todo tipo de visitante, locales e internacionales, los que buscan aventura, los que disfrutan de las bondades de la naturaleza -como las riquezas de la Sierra de Bahoruco- y quienes tienen interés en el descanso y el disfrute de playas de belleza excepcional.
El lugar soñado
Pedernales es el lugar soñado para muchos. Puede recibir al turista observador de aves, a quienes buscan disfrutar de las aguas cristalinas en playas únicas conservadas en su estado natural, también a los aventureros que gustan de entrar en contacto con el calor de la gente y conocer las costumbres de cada pueblo.
En sus montañas, además de paisajes únicos, se puede disfrutar de la quietud del bosque, el arrullo de los pájaros, el olor de sus plantas, y conocer el hábitat hogar de especies endémicas.
El clima más variado
La diversidad que ofrece el llano costero y las altas montañas regala a Pedernales una contrastante variedad de climas, y un paisajismo que va desde el caluroso litoral marino que llega hasta los 34 grados, a la invitadora frescura y quietud del bosque en las alturas que puede descender hasta los 10 grados, y ofrece ambientes donde puede escucharse el sonido del silencio.
Al corazón de las montañas, a 1,200 metros sobre el nivel del mar, se llega por una amplia carretera herencia de los años de explotación de la bauxita, construida por la minera Alcoa para transportar el material minero hasta el puerto de Cabo Rojo.
Desde la parte alta se observa el contraste del mar y el caliente llano costero, mientras se disfruta de la baja temperatura que reina en los pinares.
Hijo de la madre naturaleza
En el corazón de las montañas está ubicado Pelempito: el extraño y atrayente lugar, el hoyo mimado de la madre naturaleza.
Es la mayor depresión geológica registrada en el país, está localizado a 1,186 metros bajo el nivel del mar y es el producto del desplome, hace millones de años, de una caverna, que cedió debido a las presiones que ejercen entre sí las fallas existentes en la zona.
El Hoyo de Pelempito es un potencial no solo natural y ecológico, sino también educativo, pues alrededor del mismo se tejen historias que datan de cientos de años y según expertos se han encontrado señas de asentamientos humanos de la época precolombina.
Para educar generaciones
El Hoyo de Pelempito sirve para educar a generaciones, pues tiene una flora con 1,434 especies, de las cuales, unas 439 son endémicas, y sentir los diversos cambios de temperatura, que varía mientras se asciende en el camino.
La fauna es en un alto porcentaje ornitológica, conteniendo 27 especies, entre las cuales se destacan el barrancolí, dos especies de cuervo y el chirrí y entre los mamíferos residentes se encuentran el solenodonte y la jutía, ambos endémicos de la isla y en peligro de extinción.
El Hoyo de Pelempito se encuentra en la zona del Parque Nacional Sierra de Bahoruco, es de forma triangular, con 2.5 kilómetros de ancho y 7 de largo.
Desde la carretera Barahona-Pedernales se toma un desvío después de Oviedo, en el cruce de Cabo Rojo, para llegar al centro de visitantes, en un recorrido de 38 km por la carretera Las Mercedes-Aceitillar.