
Pedernales.- Debe ser una pretensión la de estar dos días en una comunidad y querer mostrar una radiografía de su estructura productiva, la actitud de su gente ante el porvenir inmediato y aquello que la hace levantarse y conectar el entusiasmo de un nuevo día allí donde terminó el anterior.
Pasa con Pedernales, un municipio de la frontera a donde viaja mucha gente el fin de semana a maravillarse con la naturaleza de la que tanto ha oído hablar y a entregarse o adentrarse en ella.
La gente llega de varios puntos del país. Unos lo hacen por medios propios y otros como parte de grupos organizados en los denominados “tours”. Estos visitantes suelen tener un itinerario ideado por los organizadores.
Otros llegan en vehículos propios, en pequeños grupos familiares o de amigos. El impacto de uno y otro en la vida de Pedernales es diferente. Los primeros son cautivos, los segundos bastante libres.
