ESPAÑA.-Hace varios meses, los médicos comunicaron a Pau Donés que el cáncer que padecía desde 2015 era incurable y que le quedaban unos pocos meses de vida. Decidió dos cosas: dejar el tratamiento y grabar un último disco.
Desde ese momento, Pau Donés se concentró en acelerar la grabación de Tragas o escupes, el disco final de Jarabe de Palo que se publicó el pasado 26 de mayo y que el músico aragonés logró ver publicado antes de fallecer este martes, a los 53 años.
“Los médicos me han dicho que voy a morir, tengo que darme prisa en hacer el disco», le decía a sus amigos. Así lo recuerda Álvaro de Torres, histórico responsable en España de Warner Chappell, la editorial musical que trabajó con Jarabe de Palo y quien mantuvo una estrecha relación con el artista desde los inicios de su trayectoria.
Donés había anunciado en enero de 2019 que dejaba la música. “La vida es urgente y hay que vivirla a tope», dijo entonces, un lema que le caracterizó toda su vida.
La vida
«Lo que me queda lo voy a disfrutar a tope, voy a divertirme y voy a despedirme de la gente», decía a las personas más cercanas, recuerda De Torres.
Donés reunió a sus músicos habituales y grabó rápidamente una serie de canciones que había compuesto durante su año de retiro en Los Ángeles (EE. UU.) y otras que había escrito recientemente.
Gran artista
—1— Problemas
La grabación del disco fue dificultosa por la propia enfermedad, que obligaba al músico a ser ingresado a menudo.
—2— Estrenó
El 26 de mayo apareció en las plataformas Tragas o escupes.