Concluyeron los días de asueto con motivo de las festividades religiosas de la semana santa, la cual fue aprovechada por una gran cantidad de dominicanos para tomarse un descanso del encierro obligado este último año.
Habiendo finalizado estos breves días alejados de la faena diaria, hay que retomar las acciones que nos llevan por el camino de la recuperación de la salud colectiva y del desarrollo de la nación.
Afortunadamente, recibimos al inicio de las conmemoraciones religiosas con buenas noticias. El Banco Central informó al país que, de acuerdo con sus datos, hemos comenzado la recuperación con un crecimiento positivo de la actividad económica después de haberse iniciado el pánico colectivo por la presencia del virus Covid 19, con un aumento del 1.1%.
Esto gracias al repunte de la construcción, a su vez estimulada por el gobierno; a la minería y manufactura, gracias a la aumentada demanda internacional; y el propio gasto en salud, entre otros.
Para fortuna nuestra, las remesas continuaron su dinamismo evidenciado por el crecimiento del ultimo año, lo cual a su vez se podría mantener a los niveles actuales debido a los diferentes paquetes de estimulo económico en los países de residencia de nuestros conciudadanos ausentes.
La continuada escalada de los programas de vacunación universal, parecen habrán de contribuir significativamente a la recuperación de nuestro sector turístico.
Pero ojo, las buenas noticias no deben servir de aliento para bajar la guardia o dejar sobre le tintero acciones claves que se espera se ejecuten este verano.
Nos referimos en primer lugar a la implementación del pacto eléctrico, de manera de detener por una vez el deterioro a las finanzas públicas que representa la ineficiencia de las distribuidoras de energía.
Junto a esto, se hace indispensable la reformulación de las políticas y prácticas que viabilicen el pacto fiscal, que junto a lo anterior, la salud y la educación, constituyen las cuatros patas de la mesa de viabilidad económica de la nación, su prosperidad y redistribución equitativa de la riqueza creada.