La pesca de subsistencia es la que predomina en el país, y abundan los peces loro y atunes.
SANTO DOMINGO.-República Dominicana tiene el privilegio de contar con una amplia y colorida variedad de especies de peces, no así en cantidades suficientes como para soportar una flota o industria pesquera similar a otros países.
Muchos se preguntan cómo siendo una isla con un mar territorial tan extenso de unos 138,000 kilómetros cuadrados, no abunden bancos o agregaciones de peces, ya sean de un tipo o mixtos, que permitan el desarrollo de la pesquería a gran escala.
El factor que incide en esa situación obedece a que las aguas territoriales marinas no son ricas en nutrientes que soporten grandes bancos o la biomasa de peces, según Máximo Then, biólogo marino del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Alta productividad
Sostiene que aquí no hay nutrientes en abundancia como en las aguas frías, pero si existe una alta productividad que se desprende de ecosistemas tales como el manglar, praderas marinas y el arrecife de coral.
Esa productividad sólo agrega alta diversidad biológica y mucho colorido. El arrecife de coral en buen estado de salud y los peces arrecifales son una “orgía de colores”. Esto se ve facilitado también por la alta incidencia de los rayos solares durante casi todo el año.
“Países de Suramérica como Perú, Chile, Argentina, Ecuador y Brasil en algún momento han contado con una flota pesquera porque sus mares tienen características muy productivas debido a diversas corrientes que mezclan aguas tibias de la superficie oceánica con aguas frías de los fondos oceánicos, que en este caso suben del Antártico”, explicó Then.
Afirma que eso pasa particularmente en el océano, donde se mezclan aguas tibias que vienen de la zona Ecuatorial en el pacífico, donde hay buenos bancos de peces y eso hace que haya muchos nutrientes permitiendo la formación de grandes cardúmenes.
El técnico del Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos puso como ejemplo la producción de sardinas, que generan cientos de millones de individuos, y en esos casos los países tecnificados con flotas pesqueras se aprovechan de estos grandes bancos capturando cientos de toneladas anuales sacando un gran provecho económico a esta actividad.
Especifica que los peces forman parte de la cadena alimenticia y existen una interdependencia entre estos y los corales. En el país, el pez loro, que es emblemático, contribuye en dar mantenimiento a los sistemas arrecifales. Esto en si es un aporte a las pesquerías.
Regiones fértiles
En el territorio, las regiones más fértiles en la producción y pesca de subsistencia, figuran las de Barahona, Pedernales, Samaná, Hato Mayor, Nagua y Montecristi que son las demarcaciones de mayor tradición, según Máximo Then.
No obstante, en la medida que se ha ido ejerciendo presión con la destrucción de corales, la acidificación de los océanos, el calentamiento global, el vertido de aguas no tratadas, así como la sobrepesca y técnicas inapropiadas afectan de forma puntual el desarrollo de las comunidades de peces.
Llamado
— Regulación
El biólogo marino Máximo Then aboga por que se pongan en práctica las regulaciones de Medio Ambiente y del Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca) y que solo se dediquen a la pesca personas con licencia.
