La preocupación académica que ha estado manifestando la Junta Central Electoral en pos de la participación ciudadana tiene razón de ser en alejar el abstencionismo en las votaciones, y al parecer empieza a dejar de ser un problema político para República Dominicana y su sistema de partidos políticos. Como es sabido, corresponde a los partidos políticos instrumentar los medios de selección de sus candidatos.
Si bien se puede argumentar que las primarias es el mecanismo de elección popular más democrático, fue el interés de la ciencia electoral desplegado durante meses anteriores, en que la JCE ejecutó con la celebración del Diplomado Especializado en Administración Electoral, dirigido a los miembros de las juntas electorales, a los partidos políticos, a fin de que puedan enfrentarse a ese proceso eleccionario, y salir con resultados positivos en las votaciones de las primarias, y luego con las elecciones generales. Es como si ella (la JCE) se propusiera que la participación electoral en el país, a partir de ahora, sea un fenómeno mejor estudiado y utilizado.
El objetivo clave de la JCE, a través de su máximo organismo académico, el IESPEC, fue contribuir al fenómeno de la participación electoral, que de acuerdo a su impacto sobre la calidad democrática puede tener las tasas más altas de participación e involucramiento de parte de los ciudadanos en la política.
Las primarias constituyen el inicio del proceso electoral que se encamina y que se llevará a cabo en el mes de febrero de 2024, en el ámbito municipal, y en el mes de mayo, en el nivel presidencial. Representa una forma democrática de selección de los candidatos que, en un partido, o en varios, se presentarán a una elección pública posterior. Las elecciones primarias son muy comunes, hoy en día.
El régimen de las primarias es una responsabilidad de los partidos políticos, pero también permite incidir al máximo órgano electoral de la nación. Y ellos pueden incluir a un público abierto o cerrado, de acuerdo a la ley electoral imperante. O pueden seleccionar a un candidato mediante la asamblea de delegados, la convención de dirigentes, o simplemente en reuniones internas y alianzas.
En Estados Unidos, la historia de las primarias se remonta al Partido Progresista de Theodore Roosevelt, pero hoy en día, la practican los partidos Demócrata y Republicano.
En países como Uruguay, las elecciones de primarias son abiertas y simultáneas para seleccionar su candidato presidencial, aunque el voto es voluntario, y los efectos de esta norma sobre los resultados electorales están dados por las características del electorado que participa en ellas.
En República Dominicana, la elección de candidatos no siempre fue una opción utilizada con ese mecanismo ideal de las primarias; la mayoría de las veces que fueron adoptadas, fueron bajo la modalidad de la convención de delegados y de las alianzas.
Los resultados de las pasadas primarias fueron entusiastas, además de satisfactorias. El primero y más importante de los factores que incidieron sobre la participación y sus efectos, fue, sin duda, la educación electoral. Una educación que la JCE dirigió a la ciudadanía, en todo momento; en largos meses que duró trabajando, demostrando que, sin presunciones teóricas, “los electores más educados, tienen mayor propensión a participar”. Y así fue como lo hicieron: primó la responsabilidad de todos sus actores. ¡Enhorabuena¡