Parkinson: "No debemos normalizar los temblores"

“No podemos normalizar los temblores”, alerta neurocirujana sobre la enfermedad de Parkinson

“No podemos normalizar los temblores”, alerta neurocirujana sobre la enfermedad de Parkinson

Más de 8 millones de personas en el mundo padecen de Parkinson, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Santo Domingo.- La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, y se caracteriza por una reducción o pérdida irreversible de la función de las neuronas dopaminérgicas cerebrales.

La enfermedad empeora con el paso del tiempo y puede reducir considerablemente el bienestar y la calidad de vida.

La doctora Ámbar Pérez Fernández, neurocirujana funcional, del  Grupo de Cirugía Neurofuncional explicó a El Día que esta condición aparece cuando comienzan a morir las células cerebrales que producen dopamina, la cual es responsable de enviar mensajes al cerebro para controlar los movimientos.

«Si un paciente tiene dudas cuando hay temblores que por lo general suelen comenzar en una sola extremidad, principalmente en un dedo, debe prestar atención y asistir a la consulta», aconseja.

“No podemos normalizar los temblores”

La doctora Ámbar Pérez Fernández, neurocirujana funcional.

Síntomas 

Pérez Fernández explicó que los síntomas pueden variar en cada persona, y los pacientes podrían experimentar cambios en el habla, la escritura, el equilibrio, la postura, lentitud de movimientos, temblor, movimientos involuntarios, rigidez y dificultad para andar.

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En otros casos, los pacientes también pueden presentar deterioro cognitivo, trastornos mentales, demencia, trastornos del sueño, dolor, alteraciones sensoriales y depresión.

La prevalencia de la enfermedad de Parkinson se ha duplicado en los últimos 25 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las estimaciones mundiales en 2019 mostraban una cifra superior a 8,5 millones de personas con esta enfermedad.

El documento de la OMS explica además que la enfermedad de Parkinson provocó 5,8 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD), lo que representa un aumento del 81% desde el año 2000, y causó 329,000 fallecimientos, es decir, un aumento de más del 100% desde el año 2000.

La neurocirujana destacó que es de suma importancia que las personas entiendan que ningún temblor es normal y que ninguna alteración a la hora de generar un movimiento debe ignorarse.

Cirugía  

La estimulación cerebral profunda (ECP) es uno de los tratamientos de segunda línea más utilizados en pacientes con Parkinson. Mediante este procedimiento, un dispositivo envía impulsos eléctricos a áreas específicas del cerebro, reduciendo los síntomas motores y el uso de medicamentos, además de mejorar la calidad de vida.

La estimulación cerebral profunda puede mejorar de manera efectiva los síntomas motores y la calidad de vida para muchos pacientes; se basa en el uso de un dispositivo que envía impulsos eléctricos a áreas específicas del cerebro.

“El dispositivo se implanta debajo de la piel, cerca de la clavícula, y se conecta a los electrodos introducidos en el cerebro. Los impulsos eléctricos pueden ayudar a regular la actividad cerebral anormal que causa los temblores, rigidez y otras señales motoras relacionadas con el Parkinson”, explicó.

La principal diferencia entre la estimulación cerebral profunda y otros tratamientos para el Parkinson es que este procedimiento se dirige a las áreas específicas del cerebro que son responsables de las manifestaciones motoras de la enfermedad.

La ECP, según señala la neurocirujana, puede ser más precisa y eficiente para controlar los síntomas sin que aparezcan reacciones adversas relacionadas con los medicamentos.



Edilí Arias

Edilí Arias, periodista. Especialista en temas de salud.