Párkinson en niños: cómo identificarlo y qué lo diferencia del adulto
El párkinson es una enfermedad degenerativa que puede aparecer a partir de los 55 años, porque la edad es un factor de riesgo.
Sin embargo, hay casos que son poco frecuentes en los que la enfermedad debuta en la infancia o en la adolescencia, acompañada, la mayoría de los casos por otras patologías de base, también raras.
Con motivo del Día Mundial del Párkinson, 11 de abril, en EFEsalud hemos hablado con expertos de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) para indagar cuándo, cómo y por qué puede aparecer esta enfermedad en la infancia o en la adolescencia y sus diferencias con respecto a la que tienen los adultos.
Las cifras
En adultos, el párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en el mundo tras el alzhéimer y, según las estimaciones ofrecidas por la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España hay unas 200.000 personas afectadas. Cada año se diagnostican unos 10.000 casos nuevos.
Les invitamos a leer: Enfermedad de Párkinson: Avances, desafíos y esperanza para el futuro
Del párkinson infantil se desconoce la incidencia en España. En el mundo, se sitúa en torno a los 0,8 casos por 100.000, según subraya la neuróloga pediátrica del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y miembro de la SENEP Belén Pérez.

¿Cómo se manifiesta?
Puede afectar desde a un recién nacido a menores en edad escolar y a adolescentes y puede a empezar a dar señales en cualquier momento.
Entre los síntomas del párkinson en la infancia se encuentran la falta de movimientos espontáneos, de expresividad en la cara, hipotonía -disminución anormal del tono muscular- y el retraso en el desarrollo, es decir, que comiencen a sentarse o andar tarde, por ejemplo.
En el adulto también los movimientos son lentos, hay temblor en reposo y rigidez del cuerpo, pero es frecuente que todos esos síntomas se produzcan a la vez. “En el niño no es así, suele ser un parkinsonismo incompleto”, señala el neurólogo infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y miembro de SENEP Juan Darío Ortigoza.
Otros síntomas
Hay otros “síntomas de alarma” que deben hacer sospechar, como la presencia de un temblor en las manos del bebé o movimientos oculares extraños, también que a lo largo del día fluctúe la clínica, es decir, que aparezcan las señales en un momento del día, pero luego desaparezcan.

Cuando la enfermedad se manifiesta en edad escolar o en la adolescencia se caracteriza porque el menor “empieza a ser más torpe” en el movimiento, sufre más tropiezos, caídas, en general dificultades motrices que hace que sea menos autónomo.
Belén Pérez, que forma parte del Grupo de Trabajo de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), asegura que los síntomas como son “tan inespecíficos” suelen provocar un retraso en el diagnóstico del párkinson infantil “y también muchos errores”.
“El hecho de que un bebé se mueva poco y tenga pocos movimientos a veces puede hacer pensar, por ejemplo, en otras enfermedades del músculo”, abunda.
¿Por qué?
Las causas por las que aparece el párkinson en la infancia o la adolescencia son diferentes a las de los adultos, que se caracterizan por la reducción gradual de la capacidad del cerebro para producir dopamina, un neurotransmisor que controla aspectos como el movimiento y el equilibrio.
Además, en adultos es una enfermedad esporádica, no genética (solo en el 5 o 10 % de los casos lo es), cuyo principal factor de riesgo es la edad, mientras que en menores el origen sí es genético.

En este sentido, el neurólogo del Sant Joan de Déu, quien también forma parte del Grupo de Trabajo de Trastornos del Movimiento de la SENEP, señala que siempre va acompañada de otra patología, además del párkinson.
“Esta es otra diferencia que hay con el adulto, que el parkinsonismo en niños rara vez viene aislado, o sea, es muy poco probable que solo tenga signos de esa enfermedad”, incide Ortigoza.
Suelen ser enfermedades “muy raras” como las que provocan defectos en los neurotransmisores, que, por ejemplo, en el Sant Joan de Déu, que es hospital de referencia para este tipo de patologías, suele haber uno o dos pacientes al año, afirma el neurólogo infantil.
La maquinaria de la dopamina no funciona
Si en el adulto lo que ocurre es que la neurona muere, en los menores esa “maquinaria” que produce la neurona, que es la dopamina, está estropeada por un defecto genético y en esos casos es “crucial” empezar el tratamiento cuanto antes, porque puede evitar una discapacidad al menor.

“En la infancia es muy difícil de detectar, porque los síntomas se solapan y confunden, entonces puede ser que al médico le cueste identificar la enfermedad y que además lo diagnostique de otra cosa que sea mucho más común y que no tenga tratamiento como una parálisis cerebral y entonces queda mal diagnosticado y no recibe el tratamiento apropiado”, incide la neuróloga.
Pero hay otras enfermedades que conviven con el párkinson que no debutan tan pronto, no son del neurodesarrollo sino que son mitocondriales o lisosomales, entre otras, y que causan que las neuronas dejen de funcionar bien y empiecen “a morirse”
Cuando la causa no es genética
Puede darse el caso también, aunque es lo menos frecuente, que el párkinson en la infancia y la adolescencia esté causado por una enfermedad bacteriana o viral sobrevenida.
“Lo más frecuente es el enterovirus 71 (el que causa el denominado ´boca-mano-pie’). Y de bacterias hay una que se llama micoplasma que da síntomas como cuadro catarral o bronquitis y a veces puede afectar al sistema nervioso central y producir síntomas de parkinsonismo”, afirma el neurólogo de la SENEP.
Y no hay un perfil determinado de menor al que le pueda afectar, sino que es totalmente aleatorio.
Campaña por el Día Mundial
Por otra parte, la Federación Española de Párkinson ha lanzado un vídeo con motivo del Día Mundial que ahonda en que “detrás de cada persona con párkinson hay un estigma que eliminar”.
“No des nada por sentado”, señala la Federación al final del vídeo.
Etiquetas
EFE
EFE es la primera agencia de noticias en español y distribuye 3 millones de noticias al año en texto, fotografía, video, audio y multimedia.
Artículos Relacionados