Cada pareja tiene una dinámica para su cotidianidad. Hay que tomar conciencia para convivir y entender al otro.
Aprender a negociar las reglas de convivencia que tienen que establecerse en base a la comunicación, el respeto y la consideración.
La relación de pareja cambia, evoluciona y madura, pasando por diferentes etapas y basados en la experiencia que se van dando en el camino de la vida en pareja.
Se debe entender que ya no estás solos, que ya se decidió transitar un camino con una persona a su lado con la que hay que consensuar, además de amar.
Las emociones desbordadas o retenidas son generalmente causa de conflictos internos que pueden llevar a las personas a tomar decisiones desacertadas. Por lo que es vital que cada miembro de la pareja gestione sus emociones por separado, ya que cada persona maneja su sistema de emociones diferente.
El estado emocional de cada uno es importante para el otro. Luego socializar esas emociones verbalizando justo como se sienten con sinceridad y calidez y sintiéndose comprendido por el otro, permite entenderse mejor y llevar su relación con mayor estabilidad.
La empatía, no ofenderse o resentirse, centrarse en soluciones en lugar de en problemas, aprender habilidades para discutir y negociar, ser asertivos, no estar a la defensiva, bajar la guardia, no reprochar permanentemente, no recordar lo que ya pasó y se clarificó, son condiciones básicas para la comunicación adecuada y el entendimiento, lo que genera sosiego y armonía en la vida en pareja, reflejándose en la vida familiar.