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Para acabar con el feminicidio

Celedonio Jiménez Por Celedonio Jiménez

La violencia contra la mujer y el feminicidio son males estrechamente vinculados a nuestra cultura patriarcal. Para superar esos males se requiere trabajar duro contra esa cultura.

Se trata de una tarea difícil, porque es más fácil cambiar las estructuras económicas y políticas, que transformar la cultura y la ideología.

Por tanto los cambios en estos planos tomarán su tiempo, dependerán en gran medida de la tenacidad, amplitud y continuidad con que se persigan.

Por eso creo fundamental que las instituciones y autoridades responsables de este trabajo deben comprometerse en una pertinaz y transversal acción por la equidad de género, es decir, que abarque la más amplia cantidad de espacios, aspectos y actividades tanto pública como privada.

El aspecto de los valores tiene que ser fuertemente trabajado. En particular el relativo al respeto. El respeto a la mujer, a su persona, a su dignidad, a su vida.

Ese valor fundamental tiene que ser nutrido desde el hogar, la escuela y la universidad. El principal ejemplo sobre la materia es el que se da en el hogar, el que hacen o modelan los padres, y específicamente, el relativo al comportamiento del hombre frente a la mujer.

Igual, los padres deben educar a los hijos varones en la idea de respeto a las personas de sexo diferente, tales como son sus hermanas, novias, amigas, etc.

Para cambiar una cultura se hace necesario que las instituciones incentiven y practiquen la equidad de género, o sea, que promuevan condiciones y posiciones en que tanto hombres como mujeres perciban justicia en su actuación, que incentiven y practiquen la democracia de género, lo que significa procurar la participación abierta e igualitaria de hombres y mujeres en los distintos procesos.

Ambos deben tener acceso a iguales derechos, responsabilidades y oportunidades. La violencia económica contra la mujer dejará de existir cuando, por el mismo trabajo, sea igual el salario de la mujer y el hombre, y cuando no ocurra, como sucede en la República Dominicana, que el salario promedio de las mujeres es 18% menos que el salario promedio de los hombres.

Para la equidad de género es necesaria también, la asignación de una cuota igualitaria, para mujeres y hombres, para las distintas posiciones nacionales elegibles de los partidos políticos.

Para hacer avanzar todas las aspiraciones que buscan acabar con la violencia y discriminación de la mujer, es importante que ésta se apoye en los hombres identificados con su causa.

Mientras todas las disposiciones y acciones arriba expuestas den resultados, es necesario que las instituciones y las autoridades responsables de la defensa de la mujer se empleen con verdadero ahínco para hacer efectivos los dispositivos para la prevención, disuasión y su protección de toda acción criminal.

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Celedonio Jiménez

Dr. en Sociología. Escritor. Profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana desde el año 2009.

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