Ciudad del Vaticano.– Francisco citó hoy las “virtudes necesarias” que deben tener todos los miembros de la Curia romana, entre ellas dar ejemplo para “evitar escándalos que amenacen la credibilidad” de la Iglesia, ser honestos para “no engañar a quienes confían en ella” y no dejarse dominar por la ambición.
El papa hizo estas reflexiones durante un encuentro que mantuvo en el Vaticano con miembros de la Curia romana a los que dirigió sus felicitaciones navideñas.
Jorge Bergoglio dedicó su discurso a lo que denominó el “catálogo de las virtudes necesarias” que debe tener la Iglesia, entre las que incluyó la “ejemplaridad para evitar los escándalos que hieren las almas y amenazan la credibilidad de nuestro testimonio».
También habló de la honestidad y afirmó que “quien es honesto no tiene miedo a ser sorprendido, porque nunca engaña al que confía en él».
“El honesto nunca maneja a las personas o las cosas que se le han confiado administrar, como hace el ‘siervo malo’. La honestidad es la base sobre la que descansan todas las otras cualidades”, dijo el papa.
Rechazó “sobrecargarse acumulando cosas inútiles” o dejarse “dominar por la ambición”, y mencionó la misericordia como “la prueba de la eficacia, de la eficiencia y de la autenticidad” de la labor de la Curia, un valor que guía el Jubileo Extraordinario que comenzó el pasado 8 de diciembre. Citó la espiritualidad y la humanidad, y también la fidelidad, la racionalidad y la amabilidad.
Habló de la inocuidad para decir que es el valor que “capacita para abstenerse de acciones apresuradas e impulsivas” y señaló como otras “virtudes indisolubles de la existencia cristiana” la caridad, la verdad, el respeto y la humildad. En último lugar citó “la fiabilidad y la sobriedad».
“Fiable es el que sabe cómo mantener los compromisos con seriedad y fiabilidad cuando es observado pero, sobre todo, cuando se encuentra solo, es quien irradia a su alrededor una sensación de tranquilidad porque nunca traiciona la confianza que se le ha concedido”, sostuvo Bergoglio.
“La sobriedad es prudencia, simplicidad, esencialidad, equilibrio y templanza”, agregó. En su discurso, el papa Francisco lamentó las “enfermedades curiales” que requieren “prevención, vigilancia, cura y, por desgracia, en algunos casos intervenciones dolorosas y prolongadas”, y sostuvo que algunas de estas enfermedades “se han manifestado a lo largo de este año, causando dolor e hiriendo a tantas almas, y también causando escándalos».
A pesar de esto, prosiguió, las reformas de la Iglesia católica “van hacia delante con determinación, lucidez y resolución».
El Vaticano está celebrando un proceso contra cinco personas acusadas de filtrar y divulgar documentos reservados de la Santa Sede en el conocido como caso “Vatileaks2”, uno de los mayores escándalos que se han vivido en el Vaticano.
El pasado 8 de noviembre, el papa Francisco calificó estos hechos de “deplorables” y sostuvo que no le iban a desviar “ciertamente del trabajo de reformas” emprendido en la Iglesia.