Roma.– El papa Francisco partió hoy desde el aeropuerto romano de Fiumicino a las 14.13 hora local (12.13 GMT) con destino a Polonia, donde estará hasta el 31 de julio, para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y visitar los campos de exterminio de Auschwitz y Birkenau.
El vuelo de la compañía Alitalia, en el que viaja acompañado de la delegación vaticana y de 75 periodistas acreditados, tiene previsto llegar al aeropuerto internacional “Juan Pablo II” de Cracovia a las 16.00 hora local (14.00 GMT).
A la salida de su residencia en el Vaticano, la Casa Santa Marta, el papa ha saludado a un grupo de quince jóvenes refugiados, nueve chicos y seis chicas de diversas nacionalidades y que han llegado hace poco a Italia y aún carecen de documentación para viajar.
Los jóvenes, según informó la Santa Sede en un comunicado, han sido acompañados por miembros de la Limosnería Apostólica y han deseado al pontífice “un buen viaje y una feliz participación” en la JMJ, a la que se unirán “espiritualmente».
Este es el décimo quinto viaje internacional del papa argentino y el primero que realiza al corazón de la Europa católica, aunque el motivo sea la celebración de la JMJ. Un viaje que comienza con luto tras el asesinato del sacerdote Jacques Hamel, de 86 años, en una iglesia en Ruán, en Normandía (Francia), y por lo que el arzobispo de la ciudad, Dominique Lebrun, abandonó inmediatamente Cracovia para regresar a su diócesis.
A su llegada le esperará el presidente polaco, Andrzej Duda, y otras autoridades, así como el arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanislaw Dwiwisz, para una ceremonia de bienvenida en la que no habrá discursos ya que inmediatamente el pontífice se trasladará al Palacio de Wawel para los encuentros oficiales y después visitará la catedral.
En Polonia, Francisco tiene un programa repleto de actos, en los que pronunciará 10 discursos, todos en italiano excepto uno en español, y entre los que destacan la misa que celebrará en lugares símbolo de la tradición católica como el santuario de Jasna Góra, en Czestochowa, sus visitas al santuario de la Divina Misericordia y el dedicado a Juan Pablo II.
Después participará en los actos relacionados con la JMJ como el Vía Crucis, la vigilia y la misa final con los jóvenes.
El 29 de julio, como ya hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI, recorrerá en silencio los campos de exterminio nazi de Auschwitz y Bikernau, donde verá a algunos supervivientes.