Papa Francisco oficia gran misa en Irak para cerrar su gira

Papa Francisco oficia gran misa en Irak para cerrar su gira

Papa Francisco oficia gran misa en Irak para cerrar su gira

Bagdad, IRAK.-Miles de personas llenaron ayer el estadio deportivo en la ciudad de Irbil, en el norte de Irak, para el evento final del papa Francisco en su visita al país: una misa al aire libre con una estatua de la Virgen María que fue restaurada después de que extremistas islámicos le cortaran la cabeza y las manos.

Lamentó “la trágica disminución de los cristianos”, en Irak y en todo Oriente Medio, que calificó como “un daño incalculable, no sólo para las personas y las comunidades afectadas, sino para la misma sociedad que dejan atrás».

En 2013 había unos 1,4 millones de cristianos en el país y actualmente oscilan entre 200.000 y 300.000.

Previamente, durante su visita a la comunidad cristiana de Qaraqosh, en el norte de Irak, el papa Francisco pidió a los cristianos iraquíes que perdonaran las injusticias cometidas en su contra por extremistas islámicos y que reconstruyan, en una jornada en la que visitó ruinas de iglesias y se reunió con multitudes entusiastas en el corazón histórico de la comunidad cristiana local, que fue diezmada durante el brutal régimen del Estado Islámico.

En cada una de sus paradas en el norte de Irak, lo que quedaba de la población cristiana acudió alegre, con vestidos coloridos y sonidos de júbilo, aunque la intensa seguridad impidió que Francisco se mezclara con la multitud como haría normalmente.

Sin embargo, los asistentes parecían simplemente felices de no haber sido olvidados.

Era un indicio del desamparo de una antigua comunidad que no sabe si podrá resistir. Las localidades de tradición cristiana que antes salpicaban las llanuras norteñas de Nínive se quedaron vacías cuando los cristianos —al igual que muchos musulmanes— huyeron ante el avance del grupo extremista Estado Islámico de Irak en 2014.

Sólo unos pocos han vuelto a sus hogares desde la derrota del Estado Islámico en Irak hace cuatro años.

Después de la misa en Irbil, el papa Francisco se reunió con el padre de Alan Kurdi, un niño sirio de 3 años que en 2015 se ahogó intentando cruzar el mar Mediterráneo y cuya imagen captó la atención mundial sobre la difícil situación de los refugiados que huyen hacia Europa.
A través de un intérprete, el papa escuchó la historia de Abdula Kurdi.

La familia Kurdi decidió emigrar, al igual que muchos sirios, en 2015 por mar en un pequeño bote desde Turquía con destino a Grecia.

Cuando el bote se hundió, Alan Kurdi, uno de sus hermanos y su madre perecieron.
La imagen del cuerpo de Alan, tendido en una playa turca, llegó a simbolizar el peligroso viaje a Europa y provocó la condena internacional.

Dolor de las mujeres
En estos tres días de visita a Irak, el papa Francisco ha tenido muy en cuenta el sufrimiento de las mujeres y recordó como tantas mujeres y niñas fueron vendidas como esclavas y convertidas a la fuerza por los yihadistas del Estado Islámico.

Multitud cristiana

— Heridas
El papa Francisco concluyó su visita de tres días a Irak con una misa multitudinaria celebrada ayer en Erbil, capital del Kurdistán. Pidió a los 10.000 fieles presentes no caer en la venganza, a pesar de las heridas de la guerra.