CIUDAD del vaticano.- El papa Francisco lamentó ayer el ataque terrorista perpetrado en la noche del viernes en la aldea de Solhan, en la región del Sahel en Burkina Faso, en el que murieron más de 100 civiles, entre ellos 7 niños, y dijo que “África necesita paz y no violencia”.
“Traslado mi cercanía a los familiares y a todo el pueblo que está sufriendo mucho con estos continuos ataques.”, dijo Francisco, tras el rezo del Ángelus.
Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano. Todavía sigue desaparecido.