Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco criticó ayer que hay “multinacionales que trasladan actividades a lugares donde es más fácil explotar el trabajo, poniendo en dificultades a familias y comunidades y cancelando habilidades laborales construidas durante décadas”.
Francisco realizó estas declaraciones al recibir en audiencia a dirigentes de varias entidades bancarias ante quienes también lamentó que “hay un tipo de financiación que corre el riesgo de utilizar criterios usureros, cuando favorece a quienes ya están garantizados y excluye a quienes están en dificultades y necesitarían apoyo crediticio”.
El pontífice argentino continuó sus críticas explicando que existe “una financiación que capta fondos en un lugar y mueve esos recursos a otras zonas con el único fin de incrementar sus intereses. Entonces la gente se siente abandonada y explotada”.