El papa Francisco cuando ordenó de cardenal al actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Víctor Fernández.
Santo Domingo.-El papa Francisco ha autorizado las bendiciones a parejas en situación sacramental irregular y también a las del mismo sexo, haciendo énfasis en que eso no representa una aceptación de su situación y advirtiendo de que no se esquematicen rituales para mantenerlo en el ámbito de lo espontáneo ni se confunda con el matrimonio.
La declaración doctrinal presentada ayer por la Congregación para la Doctrina de la Fe, y aprobada por el papa Francisco, primero hace un preámbulo para explicar que “cuando se pide una bendición se está expresando un pedido de auxilio a Dios, un ruego para poder vivir mejor, una confianza en un padre que puede ayudarnos a vivir mejor” y que por tanto concederla no implica la aceptación de ese tipo de uniones.
Sin confusión
En la presentación del documento, el prefecto de la Congregación de la Fe, cardenal Víctor Manuel Fernández, indica que se mantiene firme la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio “no permitiendo ningún tipo de rito litúrgico o bendición similar a un rito litúrgico que pueda causar confusión”.
El documento inicia haciendo énfasis en que son inadmisibles ritos y oraciones que puedan crear confusión entro lo que es constitutivo del matrimonio como “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”.
También hace una distinción en que el matrimonio no es una bendición cualquiera, sino de un gesto reservado al ministro ordenado.
La misericordia
A seguidas explica que “las bendiciones tienen por destinatarios las personas, los objetos de culto y de devoción, las imágenes sagradas, los lugares de vida, de trabajo y de sufrimiento, los frutos de la tierra y del trabajo humano y todas las realidades creadas que remiten al Creador y que, con su belleza, lo alaban y bendicen”.
Señala que la bendición a las parejas en situación irregular o del mismo sexo se imparte en aquellos que “sintiéndose desamparados y necesitados de ayuda, no pretenden la legitimidad de su propio estatus, sino que ruegan que todo lo que hay de verdadero, bueno y humanamente válido en sus vidas y relaciones, sea investido, santificado y elevado por la presencia del Espíritu Santo”.
“Dado que la Iglesia siempre ha considerado moralmente lícito sólo las relaciones sexuales que se viven dentro del matrimonio, no tiene potestad para conferir su bendición litúrgica cuando ésta, de manera alguna, pueda ofrecer una forma legitimidad moral a una unión que presume de ser un matrimonio o a una práctica sexual extramatrimonial”.
Es reiterativo en indicar que la forma de bendición no debe encontrar ninguna fijación ritual por parte de las autoridades eclesiásticas, para no producir confusión con la bendición propia del sacramento del matrimonio.
No legitima nada
Con esa indicación desautoriza a la iglesia alemana que había diseñado un ritual para bendiciones de parejas homosexuales. Añade también que para evitar cualquier tipo de confusión esa bendición de pareja en situación irregular o del mismo sexo la misma nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio.
“De hecho, mediante estas bendiciones, que se imparten no a través de las formas rituales propias de la liturgia, sino como expresión del corazón materno de la Iglesia, análogas a las que emanan del fondo de las entrañas de la piedad popular, no pretende legitimar nada, sino sólo abrir la propia vida de Dios, pedir su ayuda para vivir mejor e invocar también el Espíritu Santo que se vivan con mayor fidelidad los valores del evangelio”.
La declaración “Fiducia supplicans” sobre el sentido pastoral de las bendiciones fue elaborado a propósito de las “Dubbias” de dos cardenales sobre respuestas que con relación al mismo tema había dado el Papa a cinco cardenales en el pasado.
El prefecto para la Congregación de la Fe (dicasterio encargado del resguardo de la doctrina de la Iglesia), el argentino Víctor Manuel Fernández, explica que la declaración profundiza en el “significado pastoral de las bendiciones”, permitiendo “ampliar y enriquecer su comprensión clásica” a través de una reflexión teológica “basada en la visión pastoral del papa Francisco”.
Vueltos a casar
Aunque la atención pública, especialmente en el seno de la Iglesia católica, se centró en la bendición de parejas del mismo sexo, el documento se centra en las parejas en situación irregular, como por ejemplo aquellas que tuvieron un primer matrimonio canónico, se separaron y se volvieron a casar con otra pareja.
El papa Francisco ha sido reiterativo en que estas personas deben sentirse acogidas por la Iglesia y ha señalado que no son cristianos de segunda.
Sin embargo, la declaración mantiene la bendición a esas parejas, al igual que a las del mismo sexo, fuera de cualquier acto litúrgico para “que no se muestre como matrimonio algo que no lo es”.
Piedad popular
El explicativo documento considera que desde la perspectiva de la piedad popular, “las bendiciones deben valorarse como actos de devoción”.
“Cuando las personas invocan una bendición no se debería someter a un análisis moral exhaustivo como condición previa para poderla conferir. No se les debe pedir una perfección moral previa”, puntualiza la declaración.
Fiducia supplicans
— Autorización
La declaración preparada por el Dicasterio de la Doctrina de la Fe fue revisado y autorizado por el papa Francisco, quien posteriormente lo firmó. Es la segunda vez que el papa responde Dubias sobre ese tema.
Un avispero en redes sociales católicas
Posturas. La información de que el papa Francisco había autorizado las bendiciones de parejas del mismo sexo desató un avispero entre el clero y feligreses católicos del país, que atestaron las redes sociales y conversaciones informales de comentarios de todo tipo, pero que en el caso de República Dominicana preferían mantener opiniones en la esfera íntima, sin querer hablar a los medios de comunicación.
“Hay que estudiar en detalle el documento”, era la respuesta más común a quienes fueron consultados luego de saber que era para publicación.
En el mundo protestante abundaron las críticas a la postura del papa Francisco, aunque eran cuidadosos de marcar distancia.
Sacerdotes de todo el mundo con canales en redes sociales también agotaron sus análisis sobre la decisión del Pontífice, abundando las cuidadosas críticas.