Rondando el año dos mil, en casa recibimos la visita de don Mariano Lebrón Saviñón. Este sobresaliente intelectual, que en esa ocasión andaba acompañado del amigo común don Danilo Arseno, hizo galas de su sabiduría y su buen hablar.
Paola, la más joven de los cuatro frutos del matrimonio, sintió la inspiración de escribir las impresiones que aquel encuentro tan honrador para Dulce, para mí y toda la familia, le había causado.
Trabajaba yo en el vespertino Última Hora, y gracias a la gentileza de su director, Ruddy González, cedí mi columna a las líneas que Paola redactó.
A esta muchachita parece que le va a gustar la escritura, escribí yo en la breve presentación del artículo, y parece que no me equivoqué.
La muchacha le cogió el sabor al asunto, ocasionalmente publicaba artículos en el vespertino, luego en otras publicaciones, hasta que su tío Fausto Rosario la invitó a escribir en el portal digital Acento, y ahí publica desde hace ya varios años, y de paso tiene sus fans y sus lectores, mujeres, en su mayor parte.
Esos escritos le han abierto varias puertas y si hoy está en la televisión como presentadora, debe agradecerlo a que Altagracia Salazar la leía, y al encontrarnos casualmente cierto día, me dijo que le mandara esa muchacha que escribía tan bien, para ponerla a leer noticias.
Gracias a Altagracia, a mi inolvidable y siempre bien querido amigo Nelson Guillén, los escritos de Paola le franquearon las puertas de la televisión, y ahí sigue activa.
Ahora nos presenta su primer libro, y vaya con el título: “Soltera en tiempos modernos”.
En él trata sobre una diversidad de problemas propios de la mujer soltera.
Pero sin amarguras ni pesares, en cambio, con el ánimo positivo de quien sabe que la felicidad y el buen vivir también se disfrutan en la soltería.
Confieso que fui sorprendido con un libro escrito con semejante argumento y me alegra que Paola escriba con su propio estilo, muy distinto al mío, que publique sus reflexiones muy personales, con toda originalidad y sin intervención de mano ajena.
La familia toda está de enhorabuena y le da la bienvenida a la nueva autora, que, con el recién nacido en las manos, disfruta su experiencia en medio del olor a tinta fresca y a pan recién salido del horno, como ella misma lo dice.