Panamá.- Panamá está a la espera de que en unas pocas horas tome posesión este lunes su nuevo presidente, José Raúl Mulino, para convertirse en el octavo mandatario de la República en democracia, tras el régimen militar (1968-1989), en un acto que contará con la presencia, entre otros, del rey de España, Felipe VI, o los presidentes de los países vecinos Colombia, Gustavo Petro, y Costa Rica, Rodrigo Chaves.
El acto de investidura está previsto que comience a las 12-30 hora local (17-30 GMT) en el Centro de Convenciones Atlapa, en la capital panameña, donde Mulino jurará su cargo para el periodo 2024-2029 y le será impuesta la banda presidencial por el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), elegido poco antes por los nuevos diputados que inician legislatura este lunes tras las elecciones del pasado 5 de mayo.
En esos comicios, Mulino, de 65 años, se impuso con el 34,23 % de los votos, después de una accidentada campaña electoral en la que comenzó como candidato a vicepresidente de la fórmula del exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), pero pasó a ocupar su lugar in extremis tras la inhabilitación del exgobernante después de ser condenado a más de diez años de prisión por corrupción y asilarse en la Embajada de Nicaragua en Panamá.
Pero a pesar de la rotunda victoria presidencial, en los votos para el Parlamento la elección estuvo mucho más repartida, lo que llevó a Mulino a mantener numerosas reuniones con las bancadas de la nueva Asamblea, entre ellas la coalición independiente Vamos, la primera minoría parlamentaria, una señal de que piensa consensuar las medidas que deberá tomar para sacar al país de la crisis y que pueden generar rechazo social.
La crisis migratoria
En el plano internacional, el aún presidente electo aprovechó la llegada de mandatarios a su investidura para reunirse el mismo domingo, entre otros, con el gobernante de la vecina Costa Rica, Rodrigo Chaves, para abordar “temas relacionados con los límites entre ambos países, el centro de control integrado de Paso Canoas y temas migratorios”, según un comunicado.
La conversación entre los mandatarios y sus delegaciones “se centró en la migración que afecta a ambos países, ampliando las estadísticas de los migrantes y la crisis humanitaria que viven, tema en común que afectan a Panamá y a Costa Rica”, señaló la nota de la oficina de Mulino.
El presidente electo también trató la crisis migratoria el domingo con el secretario estadounidense de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un encuentro en el que expresaron la necesidad de cooperar “estrechamente” para “abordar y resolver la crisis humanitaria” en la provincia de Darién, frontera natural con Colombia que atraviesan a diario cientos de migrantes en su camino hacia Norteamérica.
Según un comunicado de la oficina del presidente electo, Mulino reafirmó su compromiso de “trabajar en equipo con el Gobierno de los Estados Unidos, para encontrar soluciones efectivas a esta situación”, y destacó “su firme propósito de combatir el negocio alrededor de la migración irregular».
El nuevo gobernante de Panamá, que entre sus varios retos afronta la crisis migratoria, ha planteado repatriar de manera masiva a los migrantes irregulares que atraviesan desde Colombia la selva del Darién, y ha pedido además a Estados Unidos un acuerdo de cooperación para que lo financie, después de que más de 520.000 personas se trasladaron por la jungla en el 2023, una cifra inédita, y este año ya se superan las 195.000, según datos oficiales.
Otro de los mandatarios con los que se espera que Mulino trate el tema migratorio es el colombiano Gustavo Petro, que llegó el domingo a Panamá, y que se suma a otros presidentes que participarán en la investidura como el dominicano Luis Abinader, o la hondureña Xiomara Castro.
También asistirán los ministros de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares; Ecuador, Gabriela Sommerfeld; de Paraguay, Rubén Ramírez; Perú, Javier González Olaechea; Colombia, Luis Gilberto Murillo, y Nicaragua, Denis Moncada, entre otros.
Una de las personalidades que más expectación generó fue el rey Felipe VI, que ya asistió hace cinco años a la toma de posesión del presidente saliente, Laurentino Cortizo, y también lo hizo como príncipe en las de Ricardo Martinelli (2009), Martín Torrijos (2004) y Mireya Moscoso (1999).
Además esta será la tercera toma de posesión a la que acude en Centroamérica en lo que va de año, tras la del mandatario guatemalteco, Bernardo Arévalo, en enero y la de Nayib Bukele en El Salvador el pasado 1 de junio. EFE