Cuando el año pasado se hablaba del proyecto de un equipo de béisbol profesional para Puerto Plata, se creó mucha euforia; incluso, muchas personas creyeron que era un proyecto real, esencialmente por la posición que ocupa el hijo de esa provincia, José Ignacio Paliza, y el deseo expresado públicamente por el presidente Luis Abinader..
Incluso, los directivos de la Liga de Béisbol Profesional del país y los dueños de los equipos trataron con seriedad la posibilidad de abrir el espacio para una nueva franquicia.
La principal solicitud es que existiera un estadio con las condiciones reales para albergar esa nueva entidad, y con el empuje de Paliza y Abinader se creyó que sería posible.
Sin embargo, Paliza, ahora ministro de la Presidencia, nunca cumplió con esas expectativas. Las veces que lo visitamos en su oficina ponía como excusas que la inversión en el estadio era muy alta y la provincia tiene otras necesidades.
Por esa razón, solo aprobó un presupuesto de RD$150 millones, a sabiendas de que no es suficiente, porque la inversión necesaria para que ese estadio esté a nivel para jugar en el torneo invernal ronda los RD$500 millones.
Nadie tiene que decirlo, pero los directivos de Lidom rechazaron esa intención de Puerto Plata, al ver que no era una propuesta de nivel.
Me sorprende que Paliza se esté pavoneando con la remodelación del estadio José Briceño y lo haga de una manera injusta al anunciar el pasado fin de semana en sus redes sociales, con mucho orgullo, que “el próximo 12 de octubre en Puerto Plata diremos con fuerza: ¡play ball!”.
Paliza, recuerde que ese no es el tipo de “play ball” que quieren los puertoplateños, con dos equipos jugando un partido de pretemporada.
Es una pena, pero esa inversión mínima, que es mejor que no la hiciera, se perderá en poco tiempo. Luego daré otros detalles de esa remodelación, porque hubo muchos desatinos.