Palestina: ensayo para un fascismo global

Palestina: ensayo para un fascismo global

Palestina: ensayo para un fascismo global

Luis Tejada.

El genocidio contra el pueblo palestino puede ser considerado como la terminación de un ciclo de la espiral de desarrollo del conocimiento, con la manifestación del pensamiento salvaje que se esconde en la memoria humana.

Hemos alcanzado un nivel bien elevado de la inteligencia humana, pero escoltada por un lastre imperecedero bárbaro. Con el “uso nuevo” de la Inteligencia Artificial (IA), se rompen todos los preceptos, conceptos y la visión del desarrollo del conocimiento dignamente acumulado a través de la investigación y la capacidad creativa del cerebro humano.

Hoy estamos viajando virtualmente hacia los confines del universo a través de los ojos del telescopio James Web, el cual atrapa nuestra atención con las imágenes que recibimos a diario.

Con la creación de los humanoides, la automatización no es más que la “clonación” de las habilidades humanas. Vemos que, mientras disfrutamos una taza de café o una copa de vino, no solo tenemos atrapado el universo en nuestras manos, sino que también nos invaden en retrospectiva las imágenes más astrosas del peor salvajismo registrado en la historia moderna.

Infernales imágenes que duelen al cuerpo y entristecen al alma dolor que no sienten los robots creados por sanguinarios humanos cuando ordenan un mandato digital; mentes de psicópatas hipnotizadas por la creencia de la superioridad y la ambición.

Sin ánimo de entrar en una ficción, podría decirse que hay una complicidad argumentada de un “dios sionista” que promete y regala a su seguidores tierras ajenas, llamándolas ”Tierras Prometidas”, pero bajo un pacto de ese “dios” con Satanás, pues, para conseguir sus objetivos, pone en manos de su principal representante, el llamado Benjamín Netanyahu, la Inteligencia Artificial para uso diabólico que, combinado con el barbarismo más atrasado y sádico de la mente humana, asesina niños y mujeres; roba y profana tumbas.

Un demonio al servicio de Satanás como Mefistófeles, de la obra El Fausto, del alemán Johan Wolfgang von Goethe, quien disfruta del sabor y olor de la sangre, del dolor y el sufrimiento de la gente buena, con el objetivo de lograr conocimiento y poder.

Un pacto que ha desencadenado un genocidio con impunidad y demostración hegemónica por parte de las grandes potencias.

El genocidio contra el pueblo palestino es, además de una danza infernal, un mensaje de intimidación a los pueblos del mundo que luchan por su liberación, la autodeterminación y preservación de sus recursos, la cultura y estilos de vida propios; es una señal siniestra del nacimiento de un Estado Fascista Global Hegemónico, que podría ponerse en ejecución contra todos los pueblos indefensos y en condiciones de vulnerabilidad.

El terror simbolizado en Gaza contra la causa palestina es un referente sin fronteras que ha levantado le indignación colectiva mundial, puesto que, además de ser una avanzada sangrienta sionista, constituye un referente para la resistencia en la autodefensa de los pueblos oprimidos y amenazados por los imperios.

La fusión del valor de un liderazgo sólido y la convicción centenaria por la sobrevivencia, rebasará las difíciles adversidades hasta lograr la victoria.

Con la resistencia globalizada, seguiremos hablando de Palestina, la que saldrá airosa de este encierro entre la “Inteligencia Artificial” y el barbarismo endemoniado sionista.