Hay grandes seres humanos en el mundo cuya fascinante historia de vida transcurre casi escondida bajo los imperceptibles archivos del silencio.
Historia que marcaron y modelaron generaciones, pero que prefirieron resguardarse para sí bajo un velo anodino de humildad y modestia.
Nada de pretensiones de grandeza.
Ninguna presunción de liderazgo o exigido reconocimiento. Apenas la armonía consigo misma, el aura secreta una temprana vocación de entrega reverberando en la luminosidad de sus actos.
Actos de amor solidario, de insuperable projimidad, de inmaculado desprendimiento, cuyas crecidas raíces abrevaron en la fertilidad de una pasión sublime: la pasión de servir.
Vida purificada por la fidelidad a una fe comprometida. Ofrecimiento voluntario al sacrificio. Alma puesta al servicio de los seres que anhelan merecida justicia, fulgor de la conciencia y cotidiano pan.
Una fe sin atuendos de dogmas invariables. Llana y sensible, humana, libertaria. Afianzada
en los signos de ejemplos perdurables.
Divulgada y practicada. Difundida y vivida. Credo y carne en límpido consentimiento para entregar al tiempo una biografía de transparente integridad. En fin, una fe trascendente.
Recorrer la travesía de su incansable andanza es mirarse a sí mismo madurado y crecido bajo la sombra bienhechora de su influjo.
Es recoger felices testimonios de miles de mujeres campesinas, quienes apenas habían iniciado la escuela primaria, que reconocen, y agradecen hoy, el haber despertado a un mundo de claridades y derechos antes oculto bajo una oscura nube de ignorancia, de desamparo, de machismo.
Mujeres que aceptan haberse liberado del silencio sumiso, del miedo, del acatamiento lastimero, y de la negación de derechos naturales históricamente conculcados.
Sor Juana de Arco o Juana Tinkess es la continuidad perpetua de un solo apostolado.
Una búsqueda y una realización de experiencias significativas signadas por la convicción del amor en su más extendida dimensión.
Esta mujer canadiense , que admite haber renacido en nuestro país, después de 21 años de labor docente y educación popular, ha publicado un libro: Desafío y Esperanza que asombra por sus atributos. Es una obra deslumbrante en muchos sentidos: exquisita prosa, amena, conmovedora, profundamente espiritual.
Y en la presentación del mismo ha alertado que, a pesar de sus casi 85 años, aún le queda aliento para luchar y quiere hacerlo.
Admiración y reconocimiento a la fundadora y directora del Liceo San Martín de Porres de
Yamasá, mi maestra de siempre.
Por Higinio Báez