Ito Bisonó padece un ataque en las redes sociales, a veces con memes que son más simpáticos que ofensivos, porque una parte del electorado quiere que cumpla su palabra de político en campaña cuando se refirió a “la fórmula” para establecer los precios de los combustibles.
Quienes dizque creyeron el algoritmo o ecuación diferencial de Ito, ahora le reclaman que decía una cosa en la oposición y hace otra como ministro de Industria y Comercio. Esa crítica es injusta.
No sólo Ito ha comprendido rápidamente que una cosa es con violín y otra con guitarra, también el propio presidente Abinader.
Ahí están sus zigzagueantes medidas para enfrentar al Covid, su rapidísimo endeudamiento externo para gastos corrientes, su uso de métodos propagandísticos similares, pero más chapuceros que los de los comesolos, por citar sólo tres ejemplos.
Ningún economista serio creyó nunca que la “formulita” de Ito fuese a funcionar más que para incordiar al gobierno anterior. Es perder el tiempo reclamar que Ito u otro funcionario dijo esto y ahora hace aquello.
