SANTO DOMINGO.-República Dominicana concluye este domingo un período electoral de características atípicas.
Con dos elecciones suspendidas, el robo de 37.5 millones de pesos destinados al pago de logística en Santiago y candidatos acompañando sus promesas de campaña con asistencia social fueron algunas de las novedades.
Fracaso de febrero
La Junta Central Electoral (JCE) desarrolló un modelo de votación automatizado que fracasó obligando a la suspensión de las elecciones municipales del mes de febrero.
Efecto pandemia
El certamen se realizó finalmente en marzo, pero sus resultados (que favorecieron a la oposición) no fueron celebrados por la presencia en el país del coronavirus.
La pandemia replanteó la forma de hacer campaña y los candidatos asumieron la entrega de insumos médicos como método de promoción. Las grandes manifestaciones y encuentros populares fueron suspendidos y la publicidad digital adquirió un carácter primario.
A todo esto le siguió la posposición para este cinco de julio de las elecciones presidenciales de mayo.
También vimos al candidato presidencial del PRM, Luis Abinader, cohibirse de participar en actos públicos al dar positivo al COVID-19 siendo auxiliado por sus compañeros.
Protestas masivas
— Exigencia
Tras la suspensión de las elecciones municipales la población se mostró indignada congregándose en la Plaza de la Bandera, exigiendo una explicación y solicitando la renuncia del pleno de la JCE.