CIUDAD DE MÉXICO — Pablo Alborán aborda temas como la libertad y su compromiso con la música en su más reciente álbum “La cuarta hoja”, que lo acerca a ritmos electrónicos y bailables, además de contar con colaboraciones con artistas como la argentina María Becerra, el mexicano Carin León y la española Ana Mena.
Su álbum, lanzado el jueves, surgió de la buena vibra que le despertaba estar en contacto con el público tras la separación por la pandemia.
“Me puse a estudiar otra vez piano, guitarra, me puse a prepararme claramente para una gira de teatros”, dijo Alborán en entrevista por videollamada desde Miami. “
Todo eso ha hecho que de pronto me pusiera a escribir otra vez sin parar, me inspirara a probar sonidos nuevos, a divertirme, a celebrar, porque al final el volver a los escenarios y el volver a la vida profesional a mí me ha puesto muy feliz”, agregó. Este año Alborán visitó toda Latinoamérica y también tuvo presentaciones en Miami y Nueva York con entradas agotadas.
“El público está súper encendido, la verdad es que estoy súper agradecido por el cariño de la gente, están siguiendo todos mis pasos”, señaló.
“La cuarta hoja” es, hasta ahora, el disco en el que se adentra más de lleno en los terrenos de la música electrónica pero sin dejar de lado la guitarra y el piano para celebrar el amor, la amistad y, sobre todo, estar vivo “después de lo que hemos pasado”, señaló.
Leo Rizzi, Aitana y Álvaro de Luna son otros de sus invitados. “Es un disco que no tiene prejuicios, que no me planteo ni qué género estoy tocando ni qué género no estoy tocando”, dijo. “Por eso es un disco que tiene colaboraciones… en el que uno se divierte mejor estando acompañado que solo”. Con la artista urbana Becerra interpreta “Amigos”, uno de los primeros temas que lanzó del álbum con un video filmado en un bar del antiguo barrio de San Telmo, en Buenos Aires.
El astro de la música regional mexicana León prestó su voz para “Viaje a ningún lado”. Alborán y León encontraron un buen punto medio en el que el mexicano suena como una especie de gemelo pícaro del español, pues su voz tiene un tono similar, pero es más ronca.
Para lograr este efecto analizaron como mezclar sus voces con instrumentos como la tuba, el requinto, la vihuela y el guitarrón agregándoles toques electrónicos de géneros urbanos como el trap. Para esta colaboración Alborán tenía cerca de un año tratando de contactar al músico mexicano y se sorprendió al enterarse de que era su fan.
“De repente, en uno de mis conciertos en Barcelona de esta gira, veo que aparece en sus stories (publicaciones de redes sociales) que ha estado en el show”, recordó. “Lo llamé y le dije `cabrón ¿qué has venido a un concierto?”’.
Al día siguiente se encontraron y esa misma semana León le envió propuestas para el tema. Finamente sellaron su amistad cuando León fue invitado de Alborán en su concierto en Monterrey, México. “A batir las alas” es uno de los temas en los que más se sincera Alborán. Habla del contraste entre la vida privada y la pública, la exposición constante y navegar por una industria musical que, a decir del cantautor, está cada vez más acelerada.
“Yo siempre he considerado que la música no es competir, sino compartir… no tiene que ser algo que nos tire, sino que vaya con nosotros”, dijo. “Hay que seguir pensando en hacer música por uno mismo y después para los demás, porque la música nos libera y si te libera a ti liberará a otro”.
“Ave de paso” con Mena, es la favorita de las sobrinas de Alborán y propia para soltar alguna lágrima en la pista de baile de la discoteca.
“Es una canción arriba, muy cañera, muy de bailar y me la imagino ya en los conciertos saltando todo el mundo”, dijo Alborán, quien destacó que la voz de Mena hace un contraste con este impulso rítmico. “Su voz es como frágil, muy femenina, en una tesitura donde parece que todo fluye, pero a la vez se está desgarrando por dentro”.
Mena es originaria de Málaga, al igual que Alborán, quien espera poder conocerla pronto en persona. “La cuarta hoja” es el sexto álbum del cantautor. Su título tiene que ver con las señales de buena suerte que encontró al realizarlo, una de ellas el trébol de cuatro hojas. “Uno no puede pasarse la vida buscando un trébol de cuatro hojas para que te deje buena suerte… porque al final la cuarta hoja eres tú”, dijo.