SANTO DOMINGO.-En un hecho sin precedentes durante décadas, la Iglesia Católica ofició ayer la misa de “Domingo de Ramos en la Pasión del Señor” de manera virtual y sin su acostumbrada feligresía presencial, fruto del distanciamiento social impuesto por la pandemia del coronavirus.
Los católicos no pudieron celebrar su acostumbrada procesión por el Domingo de Ramos y la bendición de los mismos que realizan los sacerdotes en las iglesias de todo el mundo.
Pero el no poder estar de manera presencial en los actos no significa afectar la fe de los fieles, ya que por motivo al aislamiento social se han hecho sentir desde sus hogares colgando ramos dentro y fuera, además de la participación en las misas, a través de la televisión y las redes sociales, porque también se están oficiando sin feligreses.
Dedicarse a servir
Esta vez, el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, no vaciló en exhortar a la población a dejar de lado los aplausos, los reconocimientos y el populismo, y a centrarse en una vida de servicio pleno, no como poder u homenaje, que es lo que Jesucristo enseña a través del Evangelio, “que se traduce en la humillación hasta el extremo”.
Reconoció a la clase médica y enfermeras que está dándolo todo y arriesgando sus vidas tratando a los enfermos del Covid-19, servicio que dijo es el que debe realizar para honrar a Jesús.