Santo Domingo.-El arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, consideró ayer que en esta “cultura de muerte, delincuencia e impunidad” por la que atraviesa el país, la población debe vivir con esperanza, alegría y optimismo el gozo de la vida y de la resurrección de Cristo, aunque las cosas sean negativas.
“La resurrección de Jesucristo tiene esta implicación, por eso nada de pesimismo, nada de desesperanza, nada de negativismo, porque la resurrección de Cristo lo cambia todo. Nosotros tenemos que dar ese testimonio, empezando por la familia nuestra.
Dando testimonio de esa alegría, de ese gozo y de esa esperanza”, dijo monseñor Ozoria durante su sermón en la homilía por el Domingo de Resurrección en la Catedral.
Advirtió que en Cristo la muerte no tuvo la última palabra, sino la vida nueva, por lo que los cristianos deben dar testimonio viviendo con fe, esperanza y el optimismo de que “todo lo que vemos mal en la sociedad podrá cambiar”.
Resucitar en instituciones
Los sacerdotes Luis Rosario y fray Kelvis Acevedo coincidieron ayer en que la resurrección de Jesucristo debe significar una renovación, primero de la organización estatal y luego del pueblo, para poder vivir una vida transparente, con ideales y valores.
“Jesús debe entrar en muchas instituciones del Gobierno y así como resucitó sacar las malezas de allí y convertirlas en luz y esperanza para el pueblo”.