Santo Domingo.-La desigualdad en América Latina tiene que ver con su base productiva, con sus sistemas salariales y concentración de la propiedad, aseguró el director de la cátedra “Destinos globales de América Latina”, de la Universidad Diego Portales (UDP), Santiago de Chile, Ernesto Ottone.
El catedrático destacó que para disminuir la desigualdad es necesario que haya una voluntad ciudadana, “por decírtelo de otra manera, la economía del mercado crea dinamismo económico, pero no crea mayor igualdad, sino mayor desigualdad”.
Durante una entrevista para EL DÍA, Ottone manifestó que el crecimiento económico es muy importante para disminuir la desigualdad, pero la disminución de esta no es un efecto automático del crecimiento.
“Porque en la lógica del consumidor cuando entra a un supermercado o un negocio tú vales lo que tienes en el bolsillo.
En el concepto ciudadano todos somos iguales, entonces la igualdad no puede venir desde la economía, sino tiene que venir desde la política y eso significa, querámoslo o no, un pacto fiscal distinto en América Latina”, dijo Ottone.
En los últimos 10 años los índices de desigualdad en América Latina, según afirma Ottone, “han logrado bajar, pero a niveles muy pequeños.
Lo que es interesante, porque en el mundo la desigualdad ha crecido. Entonces, ¿es la igualdad una utopía? No. La igualdad es una tendencia.
Nunca se va a lograr una total igualdad, por lo menos no en un sistema fundamentalista”, a juicio del especialista chileno.
“El problema que han tenido las revoluciones sociales es que han avanzado mucho en el tema de la igualdad, pero suprimiendo la libertad.
Entonces el tema es el siguiente: ¿cómo lograr a la vez mayor libertad y mayor igualdad, es posible eso? Sí, es posible”, dijo.
“Hay países que lo han conseguido, en particular los países nórdicos de Europa. Estos países han logrado altos niveles de competitividad, de crecimiento y desarrollo democrático y a la vez una tendencia mayor a la igualdad”, insistió.
Ottone ofreció sus declaraciones durante un coloquio organizado por Funglode y la Cátedra Unesco.
